Mamá sabe mi estilo de vida y me ayuda
He conocido la historia de una pareja que es realmente sorprendente, surrealista, diría yo. La madre ayuda a la hija a que le ponga los cuernos a su marido. Me ha parecido tan curiosa y fuera de lo habitual que me he decidido a contarla.
He compartido con mi marido el tipo de vida cornudo durante unos 4 años. Tuvimos dos hijos y mi madre venía en vacaciones a estar con sus nietos y ponía el pretexto de que así me ayudaba y podía ir más tranquila a la playa a ayudarme con los niños, ya que ella estaba más pendiente de ellos.
Al principio de venir ella, yo utilizaba bikinis pequeños, pero “normales”. Mi marido me decía que los utilizara más atrevidos porque le gusta mucho que me exhiba y que los hombres me miren. Y así lo fui haciendo.
Llegó un momento en que mi madre me dijo a mí sola que cómo me ponía esos bikinis, y la ropa que me ponía para salir casi todas las noches a cenar, que alguno era como salir desnuda.
En un primer momento di una respuesta evasiva. Lo consulte con Pedro y el me aconsejó que le dijese a mi madre el tipo de vida sexual que llevábamos. Lo hice, pero con variantes: le comenté que a mi marido le gustaba que me exhibiese y que quería que yo saliera y tuviera relaciones sexuales con otros hombres.
Fingiría que aún no había hecho nada. Esta información se la presentaba a mi madre como un acto de confianza y por recibir su consejo. De esa manera si ella me decía que le parecía muy mal podría decirle que, de acuerdo, que no haría nada y que le convencería a Pedro de que no me parecía bien esa idea, que no estaba a gusto con ella.
Mi madre no se impresionó. Lo que me dijo es que tuviese cuidado no siendo que Pedro quisiera tener un pretexto para engañarme luego él con otra. Como yo le había mentido, ahora no podía explicar que Pedro y yo lo llevábamos haciendo desde hacía cuatro años.
Mi madre no estaba dando saltos de alegría, pero tampoco estaba disgustada ni contrariada, finalmente me dijo que fuese cautelosa y que me lo tomara con calma.
Pasados algunos meses me preguntó que tal iba nuestro matrimonio. Le dije que perfectamente y que él no me había engañado con otra, ni tampoco lo había intentado. Esto la tranquilizó ya que para ella era muy importante que Pedro no hiciese trampas.
Estoy segura que mi madre consultó en Internet sobre nuestra dinámica matrimonial, y se informó bien sobre qué es un cornudo, qué les motiva y qué les gusta de su esposa.
Yo estaba en su casa con mis hijos pasando unos días. Mira por donde vi a un amigo del que fui medio novia y le di mi teléfono para vernos algún día. No tardando mucho, me llamó y quedamos en salir a cenar. Eran como las 4 de la tarde y me estaba volviendo loca: tengo que lidiar con dos niños, ducharme, afeitarme por todas partes, prepararme, comprar condones, etc.
Llamo a mi marido que, por lo general, suele darme buenos consejos. Resulta que puso condones en mi bolso por si acaso. Eso me salvó al menos media hora. Pedro también me dice que hable con mi madre y le diga exactamente lo que quiero hacer esta noche y que me ayude. Las mamás también ayudan a sus hijas a tener sexo, ¿verdad?
Le expliqué a mi madre la situación. Le dije que la necesitaba para cuidar a los niños, que necesitaba prepararme y que podría quedarme fuera toda la noche. Ella estuvo de acuerdo.
Me tranquilicé y todo salió bien a partir de entonces. Cuando salía por la puerta, mi madre me acompañó, me miró, me sonrió y me dijo: ¡Qué lo pases bien! ¡Sé cuidadosa!
Vale, mamá, le contesté.
A mi regreso mi madre abre la puerta, me mira y suspira resignadamente. Ve mi vestido manchado de semen. Le explico que quiero mantenerlo en el vestido para dárselo a Pedro, pues eso le excita y le gusta mucho.
Nos quedamos en silencio. Solo digo: "Me voy a la cama". Mientras subo las escaleras hacia la habitación le dije:
¡Muchas gracias mamá por tu ayuda!
¿Valió la pena? Hija.
¡Ya lo creo que valió la pena! ¡Ha sido una noche mágica! ¡Han sido unos polvazos magníficos!
Y así fue como le presenté a mi madre mi estilo de vida de hotwife.
Un día trajo la conversación de los cuernos pues estaba enojada con mi hermano por querer el divorcio después de que descubrió que su esposa lo engañaba. Luego, ella simplemente me dijo con indiferencia "Me alegra que estés bien con tu esposo teniendo sexo con tus amigos, si tu hermano entendiera que una mujer necesita algo más grande de vez en cuando, también estaría en un lugar mejor".
Siendo ella mi madre y sabiendo que sabe que estoy follando con otros, simplemente dije, somos felices, muy felices.
Mi padre falleció y ella se vino a vivir a nuestra ciudad, a una casa que estaba al lado de la nuestra. A partir de entonces me ha ayudado varias veces.
Me acuerdo de una ocasión en que me fui con mi novio a pasar un fin de semana a la playa. Se lo conté a mi madre y le dije que viniera a cuidar los niños. Cuando salí de casa, me despidió, delante de mi marido, con uno “diviértete” y le dijo a él que yo me llevaba una maletita muy ligera con un poquito de ropa. ¡ja ja ja ja!
Esta situación hace que nuestro matrimonio funcione de maravilla. Cada vez va mejor ¡Gracias mamá!