PRINCIPIANTES EN EXPERIENCIAS CORNUDAS: EL CUIDADO POSTERIOR.
El cuidado posterior es, dicho de una manera muy simple, el tiempo que la pareja se toma después del tiempo de juego para recuperarse y también para atender las necesidades emocionales y físicas del otro. Ciertos juegos de roles y actos pueden ser agotadores sobre todo psicológicamente, por lo que este tiempo de cuidado posterior es ideal para relajarse y para "volver a la realidad".
¿Por qué es necesario?
Nuestras fantasías no se correlacionan necesariamente con quienes somos en nuestra vida cotidiana. Si bien es posible que queramos que nuestra pareja nos humille de una forma u otra durante la puesta de cuernos, no es así como queremos que nos trate durante el curso normal de nuestra relación. El cuidado posterior funciona para volver a la normalidad de la relación de la pareja.
También puede haber un costo físico. Muchas personas comparan la sensación física inmediatamente después de una buena puesta de cuernos como similar a las sensaciones que se sienten después de un ejercicio físico. La avalancha de endorfinas junto con el esfuerzo físico puede hacer que uno se sienta débil, fatigado o aturdido.
Tipos de cuidados posteriores
El cuidado posterior generalmente se puede clasificar en dos categorías: físico y emocional. El cuidado posterior físico incluye cosas como besar o acariciar cualquier parte de su cuerpo que proporciona afecto y comodidad en un lugar tranquilo. Un masaje íntimo puede ser una excelente manera de conectarse con su pareja mientras ofrece un toque reconfortante. Un baño o una ducha también es genial; ¡sirve para un propósito práctico de limpieza y permite que ambos compartan un momento íntimo y relajante!
El cuidado posterior emocional implica hablar sobre lo ocurrido y cómo ambos se sintieron al respecto, tanto bien como mal, lo cual es esencial para garantizar que ambos entiendan las necesidades y expectativas del otro en el juego cornudo. También es posible que desee darle a su pareja garantías sobre su inclinación a los cuernos, recordándole que nada de lo que hicieron o disfrutaron los hace "extraños" o "perversos". Hacer un punto consciente para continuar esta conversación después de un par de días también asegura que ambos estén al tanto de cualquier sentimiento negativo que haya permanecido, y también pueden servir para entusiasmarlo la próxima vez.
¿Todos necesitan cuidados posteriores?
Algunas personas pueden estar completamente bien sin cuidados posteriores, o pueden preferir que las dejen solas en lugar de besarse y abrazarse. Por eso es importante negociar el cuidado posterior antes de comenzar. Cuando se está comenzando una relación cornuda, hablar de lo que han sentido en la puesta de cuernos sirve como punto de partida para saber la atención que cada miembro de la pareja desea recibir en las próximas situaciones.
Muchos suponen que el cuidado posterior es exclusivamente algo que un dominante debe proporcionar al que se humilla, aunque eso simplemente no es cierto. La esposa en el papel de dominante o de humillar al marido en las puestas de cuernos puede desear un cuidado posterior para restablecer los roles normales, amorosos y afectuosos de su relación en la que no existe ningún papel dominante por parte de ella ni de humillación de su marido.
Hay maridos para los que supone un gran placer sentirse humillados en las puestas de cuernos, tanto por parte de la esposa como por parte del macho corneador, pero cuando la situación termina ellos no quieren ser tratados de forma humillante ni por parte del macho como de su esposa. En estos casos el cuidado posterior es necesario para establecer el estatus y la posición que el marido desea para su vida cotidiana, tanto social como familiarmente.
No hay una sola forma de proporcionar o recibir cuidados posteriores, la única pauta real es ser abierto, aceptar y estar atento a las necesidades emocionales y físicas de su pareja, y al mismo tiempo asegurarse de que sus propias necesidades también se satisfagan.