ME GUSTA QUE MI MUJER SE EXPONGA
PÚBLICAMENTE COMO UNA HOTWIFE
Una de los mayores deseos de los cornudos es ver a su esposa o novia exponerse públicamente y actuar, también públicamente, como una mujer caliente, como una hotwife que va con su cornudo marido. A continuación, se exponen varias experiencias de otros tantos cornudos sobre esta cuestión
Habitualmente, cuando salimos por la noche a un club, la vestimenta de mi mujer es muy provocativa.
Es muy excitante para nosotros ir a un club y dejar en claro que somos una pareja, pero a medida que avanza la noche ella conoce a alguien y comienza a flirtear, a bailar juntos, a besarse, etc. Normalmente terminamos los tres (ella, él y yo) juntos en una mesa y se hace obvio para cualquiera que esté prestando atención (y en base a la escasa ropa que lleva puesta, toda la gente la mira) que el otro chico follará con ella, a pesar de que ella es "mi" chica.
La idea misma de que ella folle con otra persona es increíble, por supuesto, pero la naturaleza pública de esta fantasía se suma al erotismo. No sé por qué me excita tanto, pero me encanta la idea de que las personas sepan que mi chica es una Hotwife - una mujer caliente -, y que salgo de ese lugar completamente orgulloso de estar con ella.
Hay una parte de mí que quiere mantener las cosas dentro de los límites normales, pero hay otra que busca la excitación de pensar que todo sea abierto y público.
¿A algún otro le ocurre lo mismo?
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Mi mujer y yo vamos a clubes y fiestas sexuales. Los hombres se nos acercan y, después de una conversación, se llevan a mi mujer para follarla; lo cual es claramente obvio para las otras personas que están en el club. No solo me excita que ella esté teniendo relaciones sexuales con otros hombres, sino que estoy sentado solo mientras otro hombre está follándola. Mi cara se ruboriza por la vergüenza, pero mi polla está dura de emoción.
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A mi mujer le encantan las miradas de otras personas que se dan cuenta de lo que pasa. Alimentan su fuego. Otras mujeres que desearían ser ella nos miran con celos en los ojos. Los maridos de otras mujeres, posiblemente desean que su mujer haga lo que la mía.... o quizás quieran follarla. Luego están los machos que vienen de caza tratando de llamar su atención y alejarla de mí o de otro hombre.
Nos gusta hacer esto, pero fuera de nuestra ciudad, para que nadie se entere.
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La gente cambia con el tiempo. Cuando comenzamos con este estilo de vida, hace muchos años, los dos tratábamos mantenerlo en silencio y asegurarnos de que nadie que conociéramos se enterara.
Pasados unos años fue diferente. Mi esposa amaba lo que estaba haciendo y cuanto más jugaba, más quería jugar. Ella ya no era reservada al respecto. Amigos y compañeros de trabajo la habían visto con numerosos hombres.
Había cambiado en eso, en lugar de ocultar lo que hacíamos, estaba orgullosa de ello. Era tremendamente excitante que la gente supiera lo que estábamos haciendo.
Una noche estábamos en un club de baile. Había bailado con varios hombres. Estaba conmigo en la mesa descansando. Llegó un chico, le pidió que bailara y ella se fue. En lugar de volver a nuestra mesa, se quedó en la pista con este chico para un par de bailes más. Después del tercer baile, regresó a nuestra mesa, pero no se detuvo. Ella sonrió y guiñó un ojo y salió por la puerta con su nuevo amigo justo detrás de ella.
Íbamos a ese club a menudo, así que algunas personas nos conocían. Otros no nos conocían, pero sabían que éramos una pareja. Estaba sentado allí solo y algunas personas me miraban de forma extraña. Me tomé unas cervezas y esperé. Aproximadamente una hora después, ella volvió sola. Parecía una mujer que había estado haciendo exactamente lo que había estado haciendo. Habían ido a su auto y follado dos veces. Ella tomó otro trago y nos fuimos a casa.
Esa noche queda en mi memoria como una de las más especiales. Estar sentado en el club con un grupo de personas alrededor que vieron a mi esposa salir con otro hombre fue muy excitante. Estaba avergonzado, pero mi pene estaba duro como una piedra.
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A Ana no le preocupa lo que piense la gente, si alguien dice algo, ella les dice que es un amigo y lo deja así Hace una semana más o menos, una vecina me dijo que había visto a Ana besando a alguien (cuando la dejó en casa) y yo solo le dije que era el novio de Ana, aunque podría haber pensado que estaba bromeando con ella.
No estoy en la etapa de estar completamente abierto, pero me gustaría hacerlo. Un número creciente de amigos, familiares y personas que conocemos ahora saben o al menos suponen que Ana tiene novios, así que estamos llegando allí. Ana está feliz de ser completamente abierta,
En este lugar del Reino Unido la gente acepta bastante bien los diferentes estilos de vida, por lo que no hemos tenido ninguna reacción negativa de personas que lo saben y estoy seguro de que seremos más abiertos a medida que avanzamos, no lo transmitiremos (como las personas que salen como homosexuales), pero sí que lo decimos cuando surge en una conversación o si nos lo preguntan específicamente
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Sí, alguna vez hacemos cosas en lugares públicos, casi con certeza de que sucederá lo queremos que suceda, pero siempre lo hacemos fuera de nuestra ciudad. La posibilidad de hacerlo en lugares donde posiblemente nos pillen es de una gran excitación, pero aún no nos atrevemos a hacerlo.
Sale con una ropa increíblemente atrevida con bastante regularidad, y siempre existe la posibilidad de que nos encontremos con alguien que conocemos. Sería especialmente incómodo si alguna vez nos cruzamos con alguno de los miembros de nuestra familia, ya que a veces ella está vestida sin lugar a dudas, como una mujer que busca “pelea” llamando la atención.
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Cuando vamos a la playa ella se pone unos bikinis muy pequeños que se transparentan cuando están mojados. Los hombres se la comen con la mirada y eso nos excita mucho a los dos. Algunos conocidos ya la han visto así y la verdad es que nos da una mezcla de vergüenza y excitación muy agradable. Pero en una ocasión solo nos dio vergüenza y fue cuando inesperadamente su madre nos sorprendió un día en que llevaba un bikini que no dejaba nada oculto. Ella nos dijo: “Hija, no sé cómo vas así, pareces una puta” y dirigiéndose a mí: ¿Cómo la dejas ir así? ¿No ves que todos los hombres la están mirando? ¡Vaya marido!
Cuando se marchó nos entró la risa ¡Anda, que si se llega a enterar de lo que hacemos!
