miércoles, 14 de febrero de 2024

sábado, 10 de febrero de 2024

Monólogo de un marido.

 

MONÓLOGO DE UN MARIDO

Mi esposa y yo fuimos swingers suaves durante varios años. Algunas veces cambiábamos completamente de pareja para follar, pero en la mayoría de las ocasiones nos cambiábamos para bailar pegados, besarnos, tocarnos y dar una mamada al otro o a la otra.


Estas prácticas disminuyeron muchísimo y hace un par de años comenzamos a relacionarnos con la comunidad local y tuvimos algunas experiencias hmh (hombre mujer hombre) y de intercambio de parejas con personas que viven cerca de casa, y realmente pareció recargar nuestra vida sexual y nuestra intimidad.

En agosto pasado tuvimos un intercambio con una pareja y mi esposa comenzó a hablar y relacionarse con el esposo. Tienen una relación mucho más abierta y, para resumir, él es su novio ahora. Definitivamente él es más interesante que yo, en las relaciones sexuales, para mi esposa, aunque hasta ahora pensaba que teníamos una buena vida sexual.

  Ella me preguntó si estaba bien seguir adelante con esto y, sinceramente, no pensé que realmente tuviera otra opción. Creo que ella habría aceptado un no por respuesta, pero habría venido con algún resentimiento potencial. Le pedí que se asegurara de que yo podría estar cerca de ella sexualmente, incluso si explora. Y durante un tiempo, un par de meses, pareció ir muy bien. Parecía feliz y se mostró muy atenta conmigo. Y tuve cuidado de darle la libertad de exploración que quería.

Mientras tanto, hemos tenido otros encuentros de parejas. Sé que este mundo tiene algunas subculturas, una de las cuales es la cultura de los cornudos. No creo que yo encaje en eso.

  He tenido bastante éxito con mujeres que se me han vuelto a acercar después de un cuarteto y he tenido que tener cuidado de no faltarle el respeto a su matrimonio. Tengo éxito con mujeres que vuelven conmigo porque les “vuelvo locas follando", menos con mi esposa en comparación con este nuevo chico.

Más recientemente, mi esposa está comenzando a hablarme de su frustración de que necesitamos tener relaciones sexuales cuando en realidad solo las quiere mantener con su novio. Lo encuentro realmente desgarrador.

En mi defensa, cuando me pidió experimentar yendo a follar sola, fui muy claro cuando dije que no sabía si podría manejarlo.

  Una relación a solas no es para mí lo mismo que una aventura compartida. Cuando estamos juntos, no tengo celos en absoluto. Pero realmente estoy luchando con el hecho de que ahora tiene un novio que no es broma. Creo que si le pidiera que se detuviera, lo haría. Pero quiero que sea feliz y viva la vida que desea.

Pero quiero que ella también me ayude a vivir la mía. Y para mí eso significa intimidad con ella. Puedo atraer a otras mujeres. Estoy seguro de eso, pero por mucho que me gusten los intercambios y los tríos de dos hombres con mi mujer, realmente no quiero tener una relación con otras mujeres. No quiero una novia, quiero intimidad sexual con mi esposa junto con algunas aventuras más o menos ocasionales juntos.

Siempre que se lo sugiero follamos, pero eso también significa que los fines de semana los suele pasar con su novio, a veces de la noche a la mañana. Creo que puedo hacer que esto funcione si consigo suficiente atención, pero ella está empezando a decir que la estoy agotando y se está inclinando más hacia solo querer follar con su novio.

No estoy seguro de poder manejar esto, y estoy pensando seriamente en el divorcio si ella no puede estar conmigo para encontrar un equilibrio y se lo he dicho. Creo que se detendría si le plantease un ultimátum como el divorcio, pero eso tendría consecuencias. Y realmente quiero que ella sea feliz. Solo quiero ser suficientemente atendido en esta relación también, y para mí eso significa mucho contacto físico. No estoy tratando de usarla para el sexo. El contacto físico me hace sentir que somos el uno del otro, hace que vuelva a sentirme seguro y me ayude a manejar el hecho de que ella necesita espacio para explorar con los demás.

¿Estoy fuera de lugar aquí? No quiero convertir a nadie en mi esclavo ni nada de eso, pero no estoy seguro de poder manejar lo que está sucediendo.

Su posición es que estamos en el estilo de vida y, maldita sea, me da sexo casi siempre que se lo pido, pero se siente usada y agotada. 

Llevamos juntos más de 10 años. Podríamos tenerlo todo si supiera que puedo confiar en el suelo que tengo debajo de mí. Estoy cansado. Yo la amo. Solo tengo que asegurarme de no autodestruirme por ella. Más de una persona me ha dicho que esto son celos, o falta de confianza en ella. Me gusta darle libertad y que folle con quien quiera, pero en esta ocasión, siempre con el mismo, creo que se está enamorando de él y que todo lo nuestro termine.


lunes, 5 de febrero de 2024

¿Chupar la polla me hace gay?

 ¿CHUPAR LA POLLA ME HACE GAY?


Hay que hablar de la escala móvil de la sexualidad. Todos somo inherentemente bisexuales en algún nivel. Lo que ocurre es que unos nos inclinamos más hacia un lado o hacia otro. Yo no tengo tendencias homosexuales, he visto situaciones de homosexualidad y no tengo ningún interés en establecer contacto con otros hombres.

Pero en determinada situación, en un estado de ánimo adecuado y en el ambiente oportuno, sí que me he acercado a otro hombre. Yo soy un hombre sexualmente sumiso, y mi condición de sumiso me ha hecho chupar las pollas de otros hombres, concretamente las pollas de los amantes de mi mujer. Algunos de esos hombres, en su deseo de humillarme, me han dicho que soy un maricón. Yo no me considero ningún maricón, pues fuera de la situación en que mi esposa está jodiendo con alguno de sus amigos, y en que ella me pide que le chupe la polla al macho de turno, jamás se la he chupado a ningún hombre ni me siento atraído a hacerlo. El que yo se la chupe a un hombre, o se la agarre y la conduzca a la entrada del coño de mi mujer, es consecuencia de mi parte sumisa, no de mi orientación sexual.

Cuando estoy chupando la polla antes de que se la meta a mi mujer, o le estoy limpiando la polla con la boca después que ha eyaculado dentro de ella, y me llama maricón, no me considero como tal ni tampoco me considero ofendido, pues esa expresión, en ese momento, no significa nada. Es solo una parte de la humillación que conlleva ser un hombre sumiso, ser el marido en una pareja cornuda. Cuando chupo una polla y me gusta, no es porque me guste el acto en sí, es porque sé que estoy dando gusto a mi mujer, que me ha pedido que lo haga, y al macho que se la va a meter, y ha aceptado mi ofrecimiento. Todo es fruto de mi sumisión para con mi mujer. Yo no soy sumiso para con el macho en sí, si no que lo soy porque a ella también le gusta y le excita verme humillado.

Con chupársela a algún hombre, cuando mi mujer está jodiendo con él, si que obtengo placer, y lo que hago es concentrarme en el mismo y no tener en cuenta esas mandangas de que soy un maricón de mierda. Todo eso forma parte de mi juego sexual, y como para mí sólo es un juego, un juego con el que disfruto. me lo tomo como tal y asunto concluido.

jueves, 1 de febrero de 2024

Con ella bien tiesa

 CON ELLA BIEN TIESA



Yo no sé si os gustará este momento, pero a mi me encanta. Estas son de las mejores fotos que he tomado de mi mujer en el momento en que le iban a clavar la polla en la raja y mis cuernos iban a crecer.

Este es uno de sus amantes preferidos, y ya os imagináis el porqué. Tan preferido es, y tantas veces ha jodido con él, que le deja que se la meta sin condón. Ella me dice que la tiene tan tiesa y tan dura que le da un placer especial cuando la tiene dentro.

El también dice que metérsela a mi mujer le proporciona un gran placer por como se entrega ella, por lo baboso que tiene el coño, por como le aprieta y por como se mueve ella cuando están jodiendo.

Él se excita tanto cuando la ve colocada, con las piernas abiertas y con el coño dispuesto, que le sale un poquito de líquido preseminal antes de metérsela, de ahí ese brillo que ella tiene en un muslo.

No aguanta mucho viéndola en esa posición. Su polla está a reventar. La agarra de los muslos, se arrima bien a ella y...

...y todavía no se la mete. Juguetea con el capullo por su raja, pasándosele hacia arriba y hacia abajo, metiéndole y sacándole la punta, y haciendo que ella levante las caderas para que la entre más.

Y así están unos momentos, hasta que él ya no aguanta más, ni ella tampoco, y lentamente, lentamente, se la va metiendo toda, hasta que los cojones llegan a los bordes de la raja. ¡Ah! ¡Y no los mete porque no caben!.

Y así están mucho rato jodiendo y jodiendo. Se corren una vez, la limpio la leche de su coño. Vuelve a metérsela y vuelven a joder, se vuelve a correr, pero ahora no la limpio, se queda con la leche en el coño y así le sirve de lubricante para la tercera vez que joden. Y cuando terminan la vuelvo a limpiar. Entonces pueden ocurrir dos cosas, que lo den por finalizado y se vistan o que hagan un descanso para cenar o tomar un refrigerio y vuelvan a joder otra vez.

No me digáis que no es una maravilla esta vida de cornudo.

domingo, 28 de enero de 2024

¿Lamerías el coño de tu mujer cuando está lleno de leche de otro?

 ¿LAMERÍAS EL COÑO DE TU MUJER CUANDO ESTÁ LLENO DE LECHE DE OTRO?

Se ha realizado una encuesta entre 411 cornudos sobre si están dispuestos a limpiar con la lengua el coño de su esposa después de haber jodido con otro hombre. Los resultados han sido los siguientes:

        ¿Estás dispuesto a limpiar el semen que ha echado otro hombre en el coño de tu esposa?

SIN LUGAR A DUDA …………………………..………...… 282 – 69%

DE NINGUNA MANERA…………………………….…..….… 27 –   7%

SI ELLA QUIERE SI…………………………...….…………... 75 – 18%

LO HE PENSADO PERO NUNCA LO HE HECHO……. 22 –  5%

OTRAS RESPUESTAS…………………..……………………..   5 -  1%

        Hay una mayoría aplastante de cornudos a los que les gusta limpiar el coño de su mujercita cuando está lleno de la leche de otro.

         En el acto de lamer el coño de la esposa hay un factor psicológico muy importante. Para el marido es la prueba irrefutable de que otro hombre se la ha metido y ella frota en la cara del marido la infidelidad que él tanto  desea. En esos momentos ella se convierte en una diosa sexual. Es una enorme manifestación de poder por parte de ella. 

        Cuando el marido le está lamiendo la leche del coño le está demostrando a su esposa que está totalmente satisfecho con su  vida sexual. El marido aprueba las relaciones de su mujer con su novio o amante y además le dice que eso le gusta mucho.

        Casi siempre el marido no ha pensado a priori en lamer a su esposa. Todo empieza de casualidad cuando ella se lo pide a su marido como una travesura, como una burla inocente,  después de que ha follado a pelo o ha vertido el contenido del condón sobre su cuerpo. Pero para la mayoría, una vez que se empieza se quedan encantados. El coño de la esposa está hinchado y lleno de jugos suyos y del macho que la ha jodido; ese coño se convierte en una fuente de jugos afrodisíacos de ensueño, que muchos cornudos recomiendan altamente. Es lo máximo del sexo, es el cielo sexual.

        Lo que suele ocurrir es que a la mayoría de los maridos no les gusta lamer a su esposa delante de su amante. Prefieren hacerlo a solas, cuando él ya se ha ido. A veces es un acto de intimidad exclusivo de la pareja. Suelen ser parejas que a ella le gusta que la limpie su marido y a él ¡le encanta!; suelen ser parejas que mientras el marido se está comiendo el coño ella habla de lo que acaba de estar haciendo y tienen unas corridas increíbles.

        Los maridos que no lamen el coño de su mujer no lo hacen porque les da asco. Para ellos es repugnante lamer la leche de otro, es algo que les revuelve el estómago. 

Pero estos maridos no tienen ningún inconveniente en lamer el coño de su mujer para calentarla o si han jodido con preservativo. Lo que les da asco es probar con la boca el semen de otro hombre, porque tampoco les da asco meter la polla en el coño de su mujer cuando todavía tiene la leche del otro. Es más, a la mayoría les gusta hacerlo.

       Hay una serie de maridos para los que, a priori, no tiene mucho atractivo lamer a su esposa. Ellos solo lo hacen cuando su esposa se lo pide. Es algo que si a la esposa le apetece él lo hace y cuando empieza a hacerlo suele disfrutar mucho. 








viernes, 26 de enero de 2024

domingo, 21 de enero de 2024

La esposa siente culpa y vergüenza por follar con otros.

 

ALGUNAS ESPOSAS SIENTEN CULPA Y VERGÜENZA POR FOLLAR CON OTROS HOMBRES.

        Un marido nos cuenta lo siguiente:

    Llevamos un poco más de dos años casados y hemos tenido tres "experiencias" con otra pareja. Para hacer el cuento corto... Después de cenar en un restaurante y de tomar algunas copas nos vamos a casa de la otra pareja porque no tienen hijos.

        Empezamos con bromas, hablamos de cuestiones relacionadas con el sexo y una cosa lleva a la otra y hemos terminado teniendo sexo en la misma habitación, las dos primeras veces cada uno con su pareja, pero en las tres ocasiones siguientes nos hemos intercambiado. En la primera ocasión en que nos intercambiamos, a la mañana siguiente, cuando nos despertamos, mi esposa se sint culpable y dijo que no quería volver a hacerlo. Pero hemos terminado en su casa otras dos veces más, ella con otra polla en su coño diferente de la mía. Además, cuando esto ha sucedido, ella ha estado más mojada que nunca.

        Sé que la comunicación es clave y quiero poder hablar sobre ello,, pero cuando no está bebiendo se cierra a hablar de fantasías y ha dicho varias veces que "no hacemos intercambio de parejas". Sin embargo, parece que después de unos tragos, ella siempre acepta la invitación para volver a su casa sabiendo que lo más probable es que terminemos intercambiándonos, y corriéndonos varias veces con nuestra nueva pareja.

        Siento que su mente le dice una cosa y su cuerpo le dice otra. Como todo esto es nuevo para mí... No estoy seguro de cuál es el enfoque correcto a seguir. Estoy muy emocionado de que hayamos tenido estas aventuras, pero quiero que sea algo que ambos disfrutemos y no nos arrepintamos después de hacerlo.

        Lo que cuenta este marido ocurre en muchos otros aspectos de la vida, no solo en lo sexual o en las infidelidades.

        Lo que hace esta mujer es un mecanismo de defensa. Lo que hace es hablar mal de algo que le gusta mucho y además se siente muy culpable porque le guste hacer intercambio de parejas.

        Desafortunadamente el intercambio de parejas, las parejas cornudas, y en general la no monogamia, siguen siendo una de esas cosas de las que “una persona decente debería sentirse avergonzada, no ya de hacerlo, sino incluso hablar de ello”. Es algo que le ocurre a muchas personas en muchos aspectos de la vida. A esta mujer le gusta desesperadamente hacer estas cosas, y está recurriendo al viejo "bueno, estaba borracha, no se puede esperar que me contenga cuando beba... o jugando a irnos quitando ropa cuando se pierde a las cartas¿Cómo no va a pasar ésto?..." o cualquiera de las otras mentiras que nos decimos cuando sentimos que nos hemos fallado a nosotros mismos y a nuestros propios valores.

        Esta mujer, de acuerdo con su código ético y moral, percibe lo que ha hecho como algo imperdonable. Ella lo percibe así, no es que lo sea. Probablemente sea una mujer muy rígida en su vida y le cuesta perdonarse a sí misma cuando ella cree que ha cometido un error. Creo que lo mejor que se puede hacer por ahora es tratar de normalizar el comportamiento. Continuar viendo a la otra pareja. Hablar mucho con su marido y con la otra pareja, pero hablando de una manera normal, no cuando van a empezar a follar.

        Si claramente le gusta esta actividad de intercambio y continúa con ella, llegará un momento en que lo admitirá ante sí misma. Si no hay complicaciones de otro tipo, el tiempo lo arreglará todo. Si no se arregla lo mejor es ir a un psicólogo, que para solucionar este tipo de cosas es para lo que están.

Talkies : Fotos y ocurrencias divertidas

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