Ves a tu mujer y a un hombre intentando ligar: ¿Qué haces?
Varias veces he estado en una situación en la que vi a un hombre tratando de seducir a mi esposa. Esto siempre me emocionó. En lugar de acudir a interferir esa posible seducción, como harían la mayoría de los maridos “normales” me retiré y me puse discretamente a observar como continuaba el proceso. En una ocasión, un conocido de la familia, de alguna manera percibió que soy un cornudo y él hizo alarde de sus intenciones frente a mí. Naturalmente, no hice ningún esfuerzo para detenerlo, él lo sabía y continuó con éxito.
Yo creo que todos los cornudos hemos tenido experiencias similares. He aquí algunas de ellas.
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Mi esposa y yo estábamos juntos en el gimnasio. Un hombre se puso a nuestro lado haciendo los ejercicios, mirando a mi esposa descaradamente y dirigiéndose frecuentemente a ella. Ella le siguió el juego y le sonreía frecuentemente. No sé por qué él se dio cuenta de que yo no iba a “intervenir” para detenerle. Deliberadamente me fui al vestuario a orinar y así darles una oportunidad.
Cuando volví se estaban intercambiando los números de teléfono. Ella me lo presentó. Él me dirigió una sonrisa. Sabía que se acostaría con ella. Se jodieron una y otra vez durante las próximas semanas. Él nunca tuvo ni idea de cuánto me excitó ni cuanto disfruté con aquella situación.
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Estábamos en una cena para amigos y vecinos. Tal vez 20 personas en total. Entre los invitados se encontraba el amante secreto de mi esposa (secreto para todos menos para mí) y su esposa y su hijo. Él no sabía que yo sabía todo sobre su relación. Muchas veces los vi coqueteando, echándose miraditas y sonrisas, tratando ambos de ser discretos especialmente en presencia de su esposa.
Una vez coincidimos mi esposa y yo solos en la cocina y le comenté lo que había notado; ella me preguntó qué pensaba al respecto; le dije que estaba emocionado, y que quería ¡que siguiese así!
Así que durante toda la
tarde siguió comportándose igual. Mi esposa
estaba radiante y muy sexy con su nuevo vestido.
Más tarde, cuando los invitados comenzaron a irse, noté
que mi esposa y su amante se habían ido. Me escabullí y los busqué
discretamente. Vi como se besaban apasionadamente. Yo estaba muy emocionado.
Regresé a la fiesta. Unos 15 minutos más tarde mi esposa regresó, un poco despeinada, pero con una cara muy feliz. Ella me sonrió desde lejos y yo le devolví la sonrisa. Y cuando por fin estábamos solos, me moría por llevarla a nuestra cama. Así lo hicimos y disfrutamos fogosamente el uno del otro.
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Un momento memorable fue en una fiesta. Un grupo de amigos íntimos, estábamos de pie afuera, bebiendo y charlando cuando un chico comenzó a coquetear con mi esposa. Estaban de pie frente a mí.
Algunas personas parecían estar un poco preocupadas cuando comenzó a ponerse un poco juguetón con ella. Manos por un sitio y por otro, besos por el cuello, cuchicheos, cosas así. Ella sólo se dejaba hacer. Finalmente, se alejó con el chico y tuvieron un poco de 'sesión' lejos de miradas indiscretas. Un amigo mío me dijo que estaba un poco preocupado por ella, pero le aseguré que estaba bien. ¡Ella ciertamente estaba bien!
Siempre la he dejado coquetear abiertamente frente a nuestros amigos y conocidos. Me encanta ver cómo se manifiesta su sexualidad cuando los dos se excitan y juegan juntos y, sinceramente, me entusiasma saber que todos están mirando.
Ha habido un par de veces que se ha escapado con un hombre para "fumar" en el jardín o han subido al piso de arriba, y he dejado claro que tiene la luz verde frente a mí.
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Sí, cuando otros chicos se acercan a mi esposa, ¡aliento la diversión! ¡Qué tema tan divertido! Siempre me ha encantado que los hombres se acerquen a mi esposa delante de mí o conmigo cerca. En las fiestas cuando hay baile después de la cena, desde mi punto de vista, es uno de los mejores momentos para nosotros.
Bailar (especialmente con música lenta) después de las bebidas, a menudo nos ha llevado a la diversión extra matrimonial para mí, y yo alenté al posible amante diciendo: "mi esposa realmente disfruta bailar contigo, podríamos tener suerte esta noche ...". O comentarios similares. O como lo hizo una vez mi esposa: en una fiesta en un hotel, ella había estado bailando lentamente con un chico y podía sentir su interés. Sus manos ya habían vagado libremente por sus senos, y ella había rozado ligeramente su polla semi-erecta.
Ella estaba más que interesada, lo deseaba ... le susurró al oído: "¿Tienes una habitación a la que podamos ir?"
"¿Qué hay de tu marido"?, dijo el chico. "No te preocupes por él, ha bebido demasiado y pronto estará en la cama en nuestra habitación ..., vámonos".
Al verla irse con él me dio una hermosa erección, y alrededor de las dos de la madrugada fui recompensado con una cálida sensación. Otras veces, aliento a mi esposa: "Mike está realmente emocionado bailando contigo, cariño, y ustedes dos se ven bien juntos, ¿por qué no le invitas a nuestra habitación a tomar una copa?"
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Hay hombres que parecen sentir que soy un cornudo antes de empezar a tratar conmigo o con mi esposa.
A veces nosotros (yo, mi esposa y él) estamos sentados juntos y él mantendrá una conversación EXCLUSIVAMENTE con ella, ignorando por completo mi presencia, y cuando esto sucede me quedo callado y trato de no interrumpirlos.
A veces voy al baño (sin una palabra para disculparme). Esto parece confirmar al posible amante que no le voy a dar ningún problema o interferencia.
Cada vez que él dice o hace algo inapropiado a mi esposa, a lo que yo debería responder más o menos enérgicamente, simplemente me rio como si fuera una broma. Ella también se rie.
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De todos estos testimonios sacamos una sencilla conclusión: Si la esposa quiere, puede terminar follando con cualquier hombre que empiece a flirtear con ella. El marido cornudo nunca se opone, es más, lo alienta.
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