miércoles, 12 de octubre de 2022

EMPEZANDO A TENER RELACIONES CON OTRAS PERSONAS

CÓMO EMPEZAMOS A TENER

 RELACIONES SEXUALES CON OTRAS

 PERSONAS

No hay una manera única de empezar a relacionarse sexualmente con otras personas. Cada pareja establece una relación que puede considerarse única. Comenzar es la parte más difícil y quizá la más emocionante. No voy a decir aquí como empezar, ya que hay muchas maneras de hacerlo. De lo que sí voy a hablar es de como empezaron algunas parejas. Es solo una muestra, lógicamente hay otras muchas maneras de empezar.

Una cosa es fundamental: la sinceridad y la comunicación son las claves para comenzar a andar en este tipo de relaciones.

"Descubrí que me estaba engañando. Me sorprendió y me hirió y casi terminé con ella. Entonces me di cuenta de que sería hipócrita hacerlo porque yo estaba haciendo lo mismo. Le dije que sabía lo que estaba haciendo, y luego le dije que yo la estaba engañando también. Estuvimos confundidos por un tiempo porque pensamos que nuestro comportamiento significaba que no estábamos felices el uno con el otro.

Hablamos mucho y los dos coincidimos que, aparte de este secreto que ambos guardábamos el uno del otro, todo era genial. Lo que no nos gustaba a ninguno de los dos era el engaño del otro, así que decidimos dejar de guardar secretos. La decisión de tener la libertad de disfrutar sexualmente con otros nos acercó más".

        "Nunca vi a otras mujeres como una amenaza. Nuestro matrimonio y nuestro amor por el otro nunca cambiaron porque mirásemos a otras mujeres. Me siento muy atraída por las mujeres sexys, y habían pasado años desde que tuve relaciones sexuales con una mujer.

        Cuando le conté por primera vez que había tenido una novia y había tenido un montón de sexo con mujeres en la universidad, no sabía qué esperar. Mi marido me sugirió que buscásemos una mujer con la que tener relaciones sexuales juntos. Fue un sueño hecho realidad. Desde entonces, hemos pasado mucho tiempo con otras mujeres dentro y fuera de la habitación. Abrir nuestra relación para permitirme ser abiertamente y activamente bisexual fortaleció el lazo entre los dos. Creo que nuestro matrimonio es más fuerte porque fuimos sinceros y ampliamos nuestra vida sexual ".


        "Un día descubrí que mi marido solía ver pornografía en su ordenador. La única razón por la que me disgusté fue porque nunca me había dicho que le gustaba esto, me había mantenido separada de esa parte de su sexualidad. Cuando le pregunté por qué no me había dicho nunca nada sobre ese asunto me dijo que pensó que no me gustaría. Le dije que a partir de ahora quería ver lo que estaba mirando.


        La primera vez que vimos pornografía juntos fue una de las noches más calientes de nuestras vidas. Le encantaban escenas de grupo: orgías, tríos y gangbangs. Unos meses después de esa primera vez que vimos porno juntos, estábamos en la cama viendo a dos hombres con una mujer en mi tablet. Él susurró: "¿Te gustaría intentar eso?" Y el resto es historia. "


        "Mientras estábamos de vacaciones, decidimos ir a un club swinger. Como nadie nos conocía, nos sentimos cómodos con sólo ir a ver cómo era. Pensábamos que íbamos a entrar en un lugar donde las personas tenían sexo en todas partes. Pensamos que tendríamos que luchar prácticamente con la gente desde el momento en que dijésemos que estábamos allí sólo para ver. No fue así en absoluto. La gente estaba bailando y hablando y disfrutando de las bebidas en el bar. Las "habitaciones de sexo" estaban separadas y nos encontramos una pareja muy amable que se ofreció a enseñarnos el lugar. Vimos a cuatro hombres con dos mujeres en la primera habitación. En la segunda habitación a la que echamos un vistazo, había dos parejas. La habitación más grande estaba llena de gente y parecía que casi todo el mundo estaba teniendo relaciones sexuales con más de una persona. Cuando volvimos a nuestro hotel, le dije que me hubiera gustado haber participado. Volvimos al día siguiente e hicimos precisamente eso".

        Después de escuchar a estas parejas, es evidente que la honestidad y la comunicación son las claves que desbloquean la situación y permiten que en la relación sexual de la pareja entren otras personas. Hay muchas maneras de empezar a hablar, pero hay que hacerlo.



sábado, 8 de octubre de 2022

viernes, 7 de octubre de 2022

ANTOJO

 ¡ANTOJO!

        Mi mujer está embarazada. Es su segundo embarazo. El hijo es mío, yo soy su marido. Es una de las cosas que siempre tuvimos clara: aunque follase con otros hombres, los hijos serían míos. Y así lo hemos hecho.

        Pero una vez que tuvo la certeza de su embarazo ha vuelto a follar con su novio, y aquí les muestro una sesión en la que su panza es más que evidente. Ahora mismo ya ha entrado en el octavo mes de embarazo. Sus hormonas están muy alteradas y tiene unas ganas locas de que se la metan, es como ¡un antojo!

        En cuanto llega ella le muestra su panza y se empiezan a besar, pero no es de lo que más gana tiene

        A ella lo que más le gusta es la polla, es algo que la vuelve loquita. Desde siempre le ha gustado mucho mamársela bien.

        Nos lo ha dicho muchas veces claramente a su novio y a mí, y ahora otra vez nos lo vuelve a decir: “Me encanta sentir como la polla va creciendo poco a poco en mi boca, como va engordando y como cada vez está más dura. Y cuanto más la siento crecer y endurecerse más me excito y más se me llena el coño de baba

        Llevan algo más de un año jodiendo y ya se conocen y se entienden muy bien. Cuando deja de mamarle la polla ella se tumba, y él la abre de piernas y le toca o le lame el coño. Su parte favorita es el clítoris. Se lo lame con energía, se lo chupa como si lo estuviera succionando y le da suaves mordisquitos o suaves pellizquitos. Ella se vuelve como loca; jadea, se queja y mueve la cabeza hacia un lado y hacia otro.

        Llega un momento en que le agarra de la cabeza y le tira de ella hacia arriba. Es su hábito, es su señal para que deje la boca y las manos y ande con otra cosa en el coño.

        Y le empieza a pasar suavemente la punta del capullo por la raja. Se la está acariciando con la polla que le va a meter. Ella se mueve para que la entre más, yo no me muevo porque no tengo donde meterla, pero ansío verla entrar en esa maravillosa raja que tiene mi mujer.

        Y como esta polla ya conoce este coño, pues es un lugar por donde regularmente está, deja de agarrársela y deja todo el capullo metido. Y se mueve suavemente hacia delante y atrás

        Y ese movimiento suave hace que suavemente la polla se vaya metiendo cada vez más, sin brusquedades, sin sobresaltos por parte de ella ni por parte de él.

        Y poquito a poco llega un momento en que ya está casi toda dentro. Sin un gesto de molestia o de dolor. Yo miro a su coño y a su cara, y en esta última veo satisfacción y placer.

        Y este novio que se ha echado mi mujer es muy hábil, por eso está tan contenta con él. Sin enterarse mi mujer y sin enterarme yo, llega un momento en que se la tiene metida hasta los huevos.

         Y allí sigue con un movimiento profundo, continuo y suave. A ella le da un gusto enorme, a él también, y como ya no se va a quedar preñada, le echa toda la leche dentro de su coño.

        Y la leche escurre y ella se abre bien su raja para que yo vea perfectamente como sale. Y en esta situación, viéndola con esa gran barriga y con su coño escurriendo la leche de otro me siento más cornudo que nunca, porque ¿y si no le he preñado yo? ¿y si ha sido su novio el que le ha hecho la barriga? En estos momentos puedo fantasear con esta idea, y para mí es una de las fantasías más agradables.




sábado, 1 de octubre de 2022

¿MATRIMONIO CORNUDO O MATRIMONIO ABIERTO?

¿MATRIMONIO CORNUDO O MATRIMONIO ABIERTO?

        Mi esposa recientemente se conectó con un chico nuevo, tuvo dos citas y luego organizó una reunión en una habitación de hotel a solas con él. Esta era la primera vez que iba a estar sola con un chico. Me dijo que quería hacer esto y la animé. Pero a medida que se acercaba el día, estaba ansioso por no estar presente, ya que hasta ahora siempre lo había estado. Cuando llegó el día, me di cuenta de que ella también estaba nerviosa. Ella jugó un poquito conmigo burlándose y excitándome con comentarios sobre la posibilidad de ser "jodida", pero la noté que estaba algo retraída.

        Hasta ahora, cuando íbamos a una cita, me dominaba – excitaba – humillaba antes de ir, dirigiéndome frases y dándome tareas que bordeaban la humillación pero que a mí me excitaban mucho. Nada de eso esta vez.

        Salió de casa y una hora y media después su rostro apareció en mi móvil sonriendo, desnuda, con las piernas abiertas, a punto de que se la metiese. Sentí alivio. Mi angustia y preocupación desapareció. Rápidamente me puse duro y me acaricié. Fue un momento muy caluroso. Pero enseguida colgó y volví a caer en mi angustia y preocupación.

        Siempre hemos tenido un buen sexo cuando ha terminado con el otro chico, pero esta vez cuando llegó a casa las cosas no estaban bien. Le dije que sentía que había echado un jarro de agua fría sobre toda nuestra experiencia cornuda. Se puso a la defensiva. Yo reconocí que ella podría haber estado nerviosa y que mi angustia había sido especialmente alta porque iba sola y no conocía a ese chico.

        El problema para mí, fue que ella no me dominó antes de irse, lo que me dejó sintiéndome excluido. Pienso que si ella antes de irse, me hubiera humillado con chistes, con frases o con gestos y luego me hubiese mandado unas fotos como las que me mandó, me habría quedado en un papel sumiso y habría tenido una noche calurosa.

        Al irse sola con un nuevo chico yo tenía una necesidad mayor de lo normal, de que ella se involucrase en nuestros roles de dominanta y sumiso, que me dejarían sintiéndome conectado con ella a través de la sumisión sexual que amo.

        Hablando de todo esto con un amigo, que también es cornudo, me dice que él considera que cuando su mujer se va sola es como si fuera el tiempo de juego de ella y solo de ella. Es su momento de liberarse de su marido y de todo lo demás y centrarse exclusivamente en su placer. Son unas vacaciones de la realidad de la vida cotidiana. Él también se siente excluido, pero la ama lo suficiente como para darle la libertad de follar a quien quiera. Me dice que ella, ¡a veces quiere olvidar que está casada y quiere sentirse como una mujer libre sin ataduras!

        Me comenta que se ha sentido herido y deprimido muchas veces cuando ella pasó la noche con otro chico y no le mandó ninguna foto. Ella decía que comenzaba a follar tan pronto como llegaba y no tenía tiempo de tomar fotos. El hecho es que quería dedicar el 100% de su atención al hombre con el que estaba y no quería comenzar a preocuparse por su marido ni sus sentimientos.

        Él ahora lo entiende, pero le costó tiempo entender cómo funciona la mente de su mujer. ¡¡Le encanta que sea una esposa caliente!! Y él nunca querría que dejase de follar a otros hombres.

        Comprobé que no solo yo tenía estos sentimientos de sentirme como un marido solo en casa. Él siente lo mismo.

        Hablando con mi mujer, me ha expresado su interés en tener un chico / novio que sea una relación solo para ella, donde pueda dejar de lado las preocupaciones sobre mí y la vida en general. Cuando ella está con otro chico siente como una carga, una responsabilidad de satisfacer mi necesidad de ser parte de ella, de escuchar detalles, saber cómo se sentía, qué le gustaba o qué no le gustaba. Esas necesidades mías rápidamente se sienten pesadas para ella, al menos a veces. Ella quiere ser más independiente y tener una noche de cita completa a solas con un chico, cenar y luego follar sin preocuparse por mantenerse en contacto conmigo o preocuparse por cómo reaccionaré cuando llegue a casa.

        Creo que mi mujer, y otras muchas esposas, quiere a veces lo que se definiría como un matrimonio abierto en lugar de un matrimonio cornudo. Ser un matrimonio cornudo requiere mucho tiempo de atención y compromiso de la esposa para con su marido.

        Me encanta que a mi esposa le guste follar a otros hombres. Eso en sí mismo es suficiente para mí. Ella me permite ver sus mensajes con sus otros hombres y me mantiene informado de sus citas y cuáles son sus planes. Puedo dejar que mi imaginación haga el resto y eso es muy erótico. He progresado hacia ser realmente capaz de hacer eso, pero todavía lucho. Con el tiempo creo que estaré bien.




martes, 27 de septiembre de 2022

ME GUSTA QUE SEA UNA PUTA

 ME GUSTA QUE SEA UNA PUTA

        Hay maridos cornudos que dicen claramente que les gusta que su esposa se comporte como una puta cuando le pone los cuernos. Hay maridos y machos corneadores que desean sacar de la esposa “la puta que lleva dentro”. Otros hablan de “emputecer” a la esposa o a la amante. Hay muchas esposas que preguntan a su marido ¿te gusta que sea tu puta?

        ¿De dónde vienen estas ideas? Son ideas tradicionales de nuestra sociedad y de nuestros valores religiosos judeocristianos.

        Tradicionalmente la esposa solo puede tener relaciones sexuales con su marido y su misión es procrear, cuidar de los hijos y satisfacer a su marido. Todo lo que sea salirse de ese esquema estaba considerado malo.

      Recuerdo el comentario de una de mis abuelas a sus 85 años: “Que un hombre casado esté con otra mujer está muy mal, pero que una mujer casada esté con otro hombre no tiene perdón de Dios”. ¿Cómo con esa mentalidad se le puede proponer a una mujer casada que folle con otro hombre delante del marido? IMPENSABLE.

        Pero las cosas no quedaban ahí. Mi mujer me ha comentado que señoras mayores hablaron en alguna ocasión delante de ella, de sus prácticas sexuales. Ellas y sus maridos no hacían juegos previos. Ellas se abrían de piernas y el marido se corría cuando le venía. La mayoría de las veces ellas no tenían un orgasmo, si lo tenían era porque después se masturbaban.

        Como curiosidad, y para ahondar en esto que estoy diciendo, escribo una frase que escuché de jovencito y que era la oración de la pareja casada antes de tener sexo "Esto que hacemos, Santo Señor, no es por vicio ni por fornicio, sino por tener un hijo para tu santo servicio".

        Las únicas mujeres que hacían todo eso que les estaba “prohibido” a las esposas eran las PUTAS. Su trabajo consistía en dar satisfacción sexual a los hombres en todo aquello que una esposa no “podía ni debía hacer”.

        Pero había mujeres que habían sido PUTAS, salían de ese trabajo, se casaban, tenían hijos y se redimían. Volvían a ser mujeres normales, mujeres como Dios manda.

        Esto podía suponer que toda mujer lleva en el fondo de su ser una tendencia a ser PUTA. El marido “moralmente” puede intentar que su mujer sea una PUTA con él en la cama. Para que sea una PUTA con otros hombres hay que despertar o sacar a la luz a la PUTA que lleva dentro. Hay machos corneadores que se consideran maestros en EMPUTECER a las esposas.

        Hoy en día estas creencias no tienen sentido. Afortunadamente la mujer tiene libertad para manifestar su deseo sexual y sus ganas de satisfacerlo. Ya no se considera que la mujer le debe fidelidad al marido, ahora se considera que en la pareja cada uno debe fidelidad al otro, pero si ambos llegan a un mutuo acuerdo de tener ciertas prácticas sexuales no hay ni engaño, ni infidelidad, y la esposa ya no tiene que ser una PUTA para hacer esas prácticas sexuales.


Talkies : Fotos y ocurrencias divertidas

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