QUITANDO EL CONDÓN
Yo
creo que a todos o a casi todos los que llevamos este estilo de vida
nos ha ocurrido que alguna vez nuestra esposa ha follado sin condón,
bien porque se lo ha quitado ella o se lo ha quitado el amante con
el que follaba. Y casi siempre esa primera vez es la que ha abierto
el coño de la esposa para sucesivos encuentros. Aquí relatamos
alguna de esas primeras veces en que se hizo sin preservativo.
Mi
marido y yo habíamos acordado que solo me la meterían con el condón
puesto todo el tiempo. Estaba jodiendo con un chico muy atractivo y
muy bien dotado. Antes de metérmela se puso un condón,
pero a mitad de camino me preguntó si se
lo podía
quitar. Mi
marido estaba viéndonos, lo escuchó y no dijo nada. Yo tampoco pude
decir nada, estaba tan emocionada y excitada que deseaba que me la
metiese a pelo. Metí las manos hacia mi coño y le empujé para que
se separase
un poco.
Inmediatamente lo hizo.
Se
quitó el preservativo y me la metió rápidamente. La sensación de
que no le importase a mi marido que me jodiesen a pelo, el
deseo de joderme a pelo de este hombre
y la sensación de sentir la polla desnuda dentro de mí fue tan
especial y tan excitante que tuve un primer orgasmo de inmediato.
Después tuve más.
Posiblemente
esta situación ha sido la más emocionante y excitante que he tenido
nunca.
…………………………
Cuando
empecé en este estilo de vida, siempre lo hice
con condones. Comencé a ver a un chico de forma regular, él
se convirtió en mi novio, en mi amante, pero seguíamos follando con
preservativo. En uno de nuestros encuentros veo que me la quiere
meter a pelo. Le dije que no, pero él insistió. Me picó el
gusanillo de la curiosidad y le dije que de acuerdo, pero con
la condición de que no me echase la leche dentro. Me prometió que
así lo haría. Joder a pelo me encanta, y sentir la
polla desnuda dentro de mí me vuelve loca. Y en esa
ocasión era la primera vez que me la metía a pelo un hombre que no
era mi marido, y además era un hombre de confianza con el que había
estado varias veces.
Cuando
llegamos al momento del orgasmo no pude dejar que
se quitase. Simplemente me aferré a sus nalgas
y lo sostuve profundamente dentro de mí. Fui a casa y le confesé
a mi marido lo que había pasado. A mi esposo se
le puso tiesa al instante y agradeció que me hubiese follado a pelo
pues me dijo que mi coño estaba delicioso tan lubricadito.
………………………….
En
esa
época
nos
movíamos en el mundo
swinger y
ella siempre usaba un condón, era algo que ambos habíamos acordado.
Le pregunté qué quería para su cumpleaños. Ella me
comentó que
se
acordaba del chico
negro de
la última fiesta
y pensó que sería el regalo ideal. Arreglé todo
para
que
fuese su regalo de cumpleaños.
Antes
de comenzar ella
le dijo que debía
utilizar
condones. Cuando estaba listo para la penetración, se
puso uno.
Follaron
en todas las posiciones posibles. Después de que él
eyaculó,
se quitó el condón. Se quedaron
tumbados acariciándose
uno al
otro. Cuando
se le empezó a poner tiesa otra vez, se colocó encima de ella y
comenzó a frotar la cabeza de su polla sobre su clítoris y a
pasarla
por la abertura de su raja. Él
estuvo
bastante tiempo jugando de esa manera, tanto que ella le empezó a
rogar que se la volviera a meter. Al principio él no la hizo caso,
pero ella insistía en su petición.
Llegó
un momento en que o él consideró que ella ya se lo había pedido
bastantes veces, o que él tenía muchas ganas de volvérsela a meter
o
ambas cosas a la vez, el
caso es que de un solo golpe se la metió hasta los huevos.
Yo
miraba como la estaba jodiendo y me sentí totalmente impotente para
pedirle que la sacase y se pusiera un condón. Cuando
finalmente se retiró, su coño estaba abierto y goteando mucho
semen.
………………………………………..
La
primera vez que estuve con un hombre de color lo organizó mi marido.
Nos fuimos a un hotel y los tres estuvimos un buen rato disfrutando
del sexo. Este nuevo chico siempre que me la metía tenía un condón
puesto. Llegó un momento en que mi esposo se excusó para darnos
un tiempo a los dos para que jugásemos desinhibidamente, y se bajó
al bar del hotel.
En
cuanto mi esposo salió de la habitación
empezamos a joder de nuevo.
Yo
estaba disfrutando muchísimo y, por lo que me parecía, él
también. Llevábamos un ratito y me dijo muy suavemente que si
podía quitarse el condón. No hice mucho caso, pero insistió y me
pidió que le quitara el condón. Me sacó la polla, la colocó muy
cerca de mí, y sin pensarlo le quité el condón.
Inmediatamente
me la metió, seguimos jodiendo y me echó su leche dentro de mi coño
un par de veces. Cuando lo dejamos estaba incrédula por lo que
acababa de hacer. Le pregunté si estaba seguro de que estaba limpio,
que no tenía ninguna enfermedad. Me aseguró que sí, pero estuve
nerviosa durante el tiempo que transcurrió hasta que fui al
ginecólogo.
Pienso
que la variedad es la especia de la vida, pero en esta ocasión me
dejé atrapar por el momento.