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jueves, 31 de octubre de 2024

Compartiendo a mi esposa visualmente

 COMPARTIENDO A MI ESPOSA VISUALMENTE

        A muchos maridos les fascina compartir visualmente a sus esposas.  Sí, es la emoción del tabú, de lo prohibido. Es estar orgulloso de tu esposa y querer que otros vean lo afortunado que eres porque te ha elegido a ti entre otros muchos hombres. Los maridos que somos así estamos, o hemos estado, en el primer escalón de la escalera de los cornudos.

        Muchos empleados de hoteles de todo el mundo han visto a muchas esposas desnudas en la cama de su habitación, o saliendo de la ducha o solo con ropa interior, sin que ellas hayan hecho el más mínimo intento de taparse. Son esposas y maridos a los que les gusta la exhibición, que ya están en el mundo de los cuernos o que están empezando a recorrerlo.

        Algunas mujeres no disfrutan de su sexualidad hasta que ha pasado un cierto tiempo en su vida. El camino más fácil es a través de su propia belleza natural y atractivo sexual.

        Cuanto más sexy es una mujer, más natural es que disfrute de ello. Para las mujeres casadas con hombres que no están de acuerdo, solo se niegan el placer de no disfrutar abiertamente de sus curvas y huecos femeninos.

        Las mujeres a menudo están demasiado obsesionadas con etiquetas como "puta" y eso permite a otros controlar su comportamiento e incluso sus pensamientos

     Para muchos esposos, los primeros pasos hacia el mundo cornudo comienzan con la exhibición de su mujer.

      Exhibirla es la forma más simple y universal de "compartir" una esposa, aunque solo sea visualmente. Imagine toda la excitación previa que tiene la pareja mientras planifican que se pondrá y cómo se exhibirá, y el disfrute que tendrán en la cama follando y reviviendo esta experiencia.

         Es probable que una esposa disfrute y se emocione con una ”travesura” de este tipo con su marido y hacerlo por él y para él, y llegar solo hasta un cierto nivel antes de golpearse contra la 'pared' y detenerse. Esa pared es una barrera mental causada por el deseo de mantener la relación dentro de límites "seguros". 

        Las parejas que quieran empezar este viaje de la exhibición es conveniente que lo hagan en su casa. La casa es un lugar donde la ropa siempre debe ser opcional. Es aquí donde sus elecciones son las más grandes y sus límites los menos. Incluso con los niños todavía en casa, aún se pueden tomar decisiones que serán expresiones efectivas del deseo de un especial estilo de vida.

        Además, es un buen entrenamiento, tanto para el marido como para ella, para sentir el efecto que les produce y aceptar totalmente esa exhibición o no.

    Con casi todos los maridos con los que he hablado, me dijeron por adelantado, que había cosas que su mujer no haría. La principal de ellas era ir en público sin sostén. ¿Se imaginan cual es el primer desafío para una esposa?

      Ir sin sujetador, por supuesto. ¿Por qué? Pues porque ella siempre ha pensado que a su marido no le gustaría y que las demás personas pensarían que era “una guarra”. Al hacerlo por primera vez y ver la erección de su marido y el disfrute que tuvieron en la cama follando, le importó un comino que los demás pensasen que era “una guarra”.

    A menudo, el lugar de trabajo puede ser un excelente lugar para que una esposa comience a aprender a exhibirse. A menudo hay una amplia libertad en el código de vestimenta, y las reglas de conducta en el lugar de trabajo son una forma efectiva de evitar que las cosas se intensifiquen, ¡a menos que eso sea lo que se desea!

        Cuando una mujer está en el trabajo y se sube la falda, ¿alguien sabe si es consciente de ello o no? No. Cuando ese botón en su blusa, justo entre sus senos, de alguna manera se deshace, exponiendo un vistazo generoso de un seno ¿alguien sabe si lo ha hecho a propósito? No, sólo ella lo sabe.

        La forma en que una esposa se viste depende y refleja tanto el estilo de vida como sus relaciones sexuales, con su marido y con otros hombres. 

     Una mujer que quiera incorporarse al estilo de vida cornudo irá comprobando que vestir de determinada manera no solo es erótico por sí solo, sino que también sirve como tejido para la relación. Cuando otros hombres la miren, y la miren con ojos de deseo, ella pensará en su esposo, en su reacción cuando se lo cuente y en la importancia que ella va adquiriendo en las relaciones sexuales.

          Ella sentirá placer y disfrutará sabiéndose y sintiéndose deseada. Cuando se ponga un sujetador que no está forrado, le recordará a su marido que cuando se excite sus pezones se notarán fácilmente debajo de la tela de su blusa o vestido. Esto no es solo una expresión de su sexualidad, sino también una expresión de su poder, del que poco a poco va tomando conciencia.

         Para exhibirse no es necesaria la ropa transparente, por supuesto a menudo hay cambios más simples y muy efectivos:

             Prestando más atención a como se ajusta la tela de la ropa al cuerpo.

    Teniendo en cuenta como se mueven las diferentes telas cuando ella se mueve.

       Dejando uno o dos botones más abiertos en una blusa simple

       Agregando medias y ligueros a un vestido estándar ligeramente corto.

      Esta esposa va completamente desnuda debajo de su vestido. Posiblemente esté luchando contra su ansiedad por saberse observada y quizá criticada (por ser deseada no sentirá ningún tipo de ansiedad) y, a menudo, las experiencias más intensas de exhibirse pueden ser difíciles para ella en esos momentos de exhibición, pero son muy eróticas para revivir después del hecho. Lo mismo ocurre con su marido que puede sentirse humillado en público al cuando su esposa le presente a nuevas amistades, sobre todo a hombres, que muy probablemente pensarán ¡Cómo le tiene que poner los cuernos la mujer!

        La exhibición de la esposa puede ser mucho más que una simple y rápida excitación: puede ayudar a redefinir un matrimonio de una manera positiva y muy erótica, al ir conociendo, poco a poco, los efectos que este primer paso tiene en la pareja y en su relación.



viernes, 18 de octubre de 2024

Cómo me siento si otras personas saben que somos una pareja cornuda.

 CÓMO ME SIENTO CUANDO  OTRAS PERSONAS SABEN QUE MI MUJER JODE CON OTROS HOMBRES CON MI CONSENTIMIENTO

        Hay una variedad de formas en que pueden reaccionar las personas que saben que somos una pareja cornuda:

         Pueden ser personas sexualmente abiertas que piensan que es genial que mi esposa tenga esa libertad.

            Pueden ser personas muy religiosas y pensar que está mal, muy mal.

        Luego está la reacción más o menos tradicional registrada en Chaucer, Shakespeare y Moliere, simplemente que a las personas les resulta divertido que el marido deje que su mujer le ponga los cuernos.

        Personalmente, no soy alguien que disfrute de ser humillado, pero cuando escucho o veo que otros comentan y sobre todo se ríen de que soy un cornudo, me doy cuenta de que estoy siendo humillado tanto si me gusta como si no. Puedo elegir ignorarlo, por supuesto, pero no puedo intentar moldear las opiniones de los demás sobre mí: si me consideran una especie de tonto, entonces, frente a esa persona, no tengo más remedio que aprender a vivir con el hecho de que soy un tonto a sus ojos. Así es como me sentí con los compañeros de trabajo de mi mujer cuando me relacioné con ellos, sabiendo que la mayoría de sus compañeros estaban al tanto de la larga relación que estaba teniendo con otro hombre en su oficina. Enseguida me di cuenta que casi inmediatamente fui el blanco de muchos chistes y risas, pero tuve que fingir que no sabía nada y que no me daba por aludido.

        Como resultado, somos muy, muy cuidadosos acerca de a quién se lo contamos. En realidad, son solo dos amigas de mi esposa las que lo saben, aunque no estoy contando a ninguno de los hombres que ha tenido como amantes, o los compañeros de trabajo de su antigua oficina.

        Una de las dos, su mejor amiga, disfruta burlándose de mí por ser un cornudo de vez en cuando, aunque de una manera alegre y juguetona. En realidad, ha dicho varias veces que realmente me admira por darle esta libertad a mi esposa y piensa que soy un esposo maravilloso. Pero todavía le gusta molestarme un poco de vez en cuando, y lo tomo todo con calma sabiendo que en el fondo ella realmente me respeta como amiga.

        Sin embargo, la otra es un poco más joven y se sorprendió al principio al enterarse de que soy un cornudo conscientemente, y no solo eso, sino que lo he sido durante casi una década y he permanecido firmemente fiel a mi esposa. Ella tiene una visión algo más "tradicional" y, aunque nunca ha dicho nada explícitamente, mi esposa ha admitido tímidamente que esta segunda amiga encuentra toda la situación muy entretenida o graciosa, y más o menos piensa que soy un debilucho, un hombre que lleva cuernos, pero en el fondo lo ve bien, pues hace unos meses, le presentó a un joven ruso a mi esposa sabiendo casi seguro que le iba a gustar, como así ha sido, y con el que está follando.

        Tampoco me siento humillado por mi mujer porque tenga amantes, excepto por el hecho de que sé que algunos de ellos obtienen una gran satisfacción de haber follado a mi esposa. Algunos de ellos que conozco me tienen muy poco respeto como un hombre dispuesto a esperar y permitirme ser engañado. En ese sentido, siento cierta humillación al saber que soy menor, al menos en sus ojos.

        Sostengo que no se puede separar realmente la humillación de los cuernos... sí otras personas disfrutan de que se rían de ellos bien a la cara o a la espalda, entonces yo soy consciente de que me están humillando, tanto si deseo reconocerlo como si no.

        En todos mis estudios de la historia de la literatura, nunca me he encontrado con ninguna variación de la frase "El señor Smith era un cornudo muy respetado ..."

            Así que, aunque tampoco me siento humillado por mi esposa porque tenga amantes, el hecho es que cuando uno de sus amantes se sienta con sus amigos en un bar o en algún lugar y se jacta de haber estado follando a una hermosa mujer casada, mientras su cornudo marido espera pacientemente para que ella le envíe un mensaje de texto que dice que ha terminado, sé que las risas y las palmadas que está recibiendo de sus amigos probablemente no se traduzcan en su admiración por mí. Lo más probable es que esas risas y palmadas representen su aprobación por haberse afirmado como el macho alfa de nuestro matrimonio, mientras yo acepto, al menos temporalmente, ser la macho beta sin quejas.



        Mi esposa me ha confesado que algunos de sus amantes disfrutan hablando en el dormitorio de cómo necesita su polla porque "su esposo es un mariquita / un picha floja / un polla corta / etc."

        Al igual que yo, mi esposa no se humilla de ninguna manera, pero se siente cómoda diciéndome eso ahora, asegurándome que no quiere decir ninguna de esas cosas, pero que le encanta complacer las fantasías de los hombres que disfrutan con ese tipo de conversación en el dormitorio.

        No quisiera que mi esposa dejase de ver a los hombres con quienes tiene su mejor química sexual a causa de mi ego. Ella podría mentirme fácilmente sobre lo que dicen y hacen, pero me dice la verdad. Y sé que ella no cree en nada de eso.

        Si bien no disfruto la humillación, también sé que no puedo exigir el respeto de los hombres que me hacen un cornudo ni de los que saben que lo soy.


martes, 17 de septiembre de 2024

Sin correrse mientras ves joder a tu mujer.

 

SIN CORRERSE MIENTRAS VES JODER A TU

 MUJER

Posiblemente este cornudo se siente avergonzado del tamaño de su polla mientras ve, o ha visto, la polla que tiene metida su esposa. Pero por eso no creo que esté sufriendo, sino todo lo contrario: está disfrutando de su gran excitación sexual asumiendo que su mujer está disfrutando con una gran polla. Y está tan excitado que se la está meneando, algo que parece normal.

Yo también me la meneaba cuando veía a mi mujer jodiendo con otro. La excitación en esos momentos es enorme y me corría rápidamente. Y para mí eso no era bueno. Al terminar de correrme pensaba por qué dejaba que mi mujer jodiese con otro, y por qué disfrutaba con ello, y si eso era normal, etc., etc. En definitiva, me venían un montón de pensamientos y sentimientos que a los 10 minutos pasaban y me volvía a excitar y a sentir placer, pero que durante ese tiempo tenía celos y estaba brusco con mi esposa y su amante.

Decidí dejar de hacerme pajas mientras la veía jodiendo con otro. La excitación iba en aumento y lo más que hacía era agarrarme y tocarme la polla de vez en cuando.

Aunque me costó bastante eso también lo dejé de hacer y mi polla estaba tiesa y rígida durante todo el espectáculo, aunque me solía salir líquido preseminal y alguna vez llegué a correrme sin tocarme.

Dejando la polla libre, mi mujer y yo disfrutamos enormemente cuando su amante se va. Yo me corro dos o tres veces y ella vuelve a disfrutar de otra polla tiesa y dura. Prefiero no tocarme pues mi disfrute es mucho mayor.

Pero hay muchos maridos cornudos que se están haciendo pajas y se corren mientras su mujer está follando. No quieren o no pueden aguantarse. Soluciones solo hay dos. Atar al marido o ponerle una jaulita de castidad.

Este marido está atado a una silla y su polla está tiesa. Es humillante que su mujer y su amante le aten a una silla para que “no moleste y no incordie”, pero es muy efectivo y se presta a burlas de las que puede disfrutar si le gusta que le humillen.

La otra solución es más drástica: la jaulita de castidad. El cornudo de la foto está muy excitado, tiene la polla hinchada, pero no se le puede poner tiesa ni se puede tocar. Yo nunca lo he probado, pero los que sí lo han hecho me han comentado que es molesto y hasta algo doloroso. La excitación puede ser máxima y suele salir líquido preseminal.

        Las jaulas de castidad están muy unidas a la humillación, y son ideales para                     aquellos a  los que les gusta que les humillen y para las esposas a las que les gusta               humillar, pero   de eso ya hablaré en otra ocasión.

 

martes, 27 de agosto de 2024

Boda Cornuda

 BODA CORNUDA

        No es lo más habitual, por lo menos eso es lo que parece, que una novia ponga los cuernos a su reciente marido la misma noche de su boda.

        Hoy en día, hay muchísimas parejas que conviven juntas durante bastante tiempo antes de casarse. No es raro encontrarse parejas cornudas que no son marido y mujer, sino que son novios. Y no es raro que algunas de esas parejas celebren su noche de bodas de una manera un tanto especial.

        El reciente marido lleva a su reciente esposa a « consumar el matrimonio ». Los dos van tan contentos a disfrutar el uno con el otro. El marido la lleva en brazos hasta la habitación donde espera el tercer protagonista.


        Hay que reconocer que es una combinación perfecta. El cornudo marido disfruta viendo a su reciente esposa con otro, se excita muchísimo y luego folla a su mujercita. Marido y mujer disfrutan de su noche de bodas cada uno a su manera. ¡Pero disfrutan!

          Los cuernos en la misma noche del matrimonio siguen siendo en gran medida el dominio de la fantasía y la transgresión. Transgresión por el contraste entre la pureza, encarnada por la blancura del vestido de la novia y el acto que está a punto de cometer, con el acuerdo y la complicidad de su marido.

        Fantasía o realidad que ocurre en la noche de bodas es un tema recurrente de los dibujos y fotografías eróticas, especialmente anglosajonas. En los Estados Unidos, este tema particularmente desarrollado, se combina muy a menudo con otra fantasía recurrente, la de imaginar su reciente esposa ofrecida a uno o más negros muy bien dotados. Es una fantasía combinada con la del poder negro.

        Mi mujer y yo celebramos la boda al estilo tradicional. Nos metimos en el mundo de los cuernos algunos años después. Pero ella se ha vestido de novia en algunos casos, siempre lo hace en nuestros aniversarios.

        Disfrutamos mucho cuando delante de su amante y delante mío, se despoja de su vestido de novia y primero la folla su amante y después voy yo. Es un gran placer.

        Al poco de entrar en este mundo de los cuernos, ella y yo teníamos la misma fantasía : Que la follase un hombre negro con una gran polla. Y cuando se iba a realizar el encuento y consumarse nuestra mútua ilusión ella decidió vestirse de novia como signo de consumación y como signo de que comenzaba una nueva etapa : la de follar con hombres negros bien dotados. Fue una magnífica idea que yo aplaudí.


        Al final de la sesión poco quedaba del vestido. Éste había cumplido perfectamente con su función.


martes, 30 de julio de 2024

¿Por qué quiero que mi esposa folle con otro hombre? (6)

 

¿Por qué quiero que mi esposa folle con 

otro hombre? (6)

        Porque es emocionante. Cuando veo como está follando con otro hombre siento una mezcla de sensaciones y emociones a veces contradictorias. Me corro varias veces de solo mirar, sin necesidad de tocarme. Quiero que se la meta más y quiero que terminen de una vez pues pienso que le va a dar algo por el orgasmo continuado que está teniendo. Siento celos de como se abrazan y él aprieta su culo contra ella para que la polla le entre más.

        Muchas veces tengo una sensación en la boca del estómago, como una punzada de excitación mezclada con envidia, mezclada con miedo, mezclada con un sentimiento altamente erótico.

        Cuando veo la polla rígida del otro entrar en su coño siento una excitación increíble a la vez que sentimientos de celos. Cuando estoy viendo la serie de pollazos hondos y profundos que le da al macho no estoy seguro de si quiero que se detenga o que continúe para siempre. La emoción es increíble, al igual que la excitación, pero algunos veces no tengo la polla bien tiesa ni bien dura.

        En esos momentos no estoy seguro de lo que estoy sintiendo, excepto que es muy poderoso. Lamento que hubiéramos decidido hacer esto y no podamos volver a la situación anterior, pero al mismo tiempo siento emoción por hacerlo una y otra vez, ganas increíbles de unirme y poner mi polla en su boca, e incertidumbre de cómo proceder. ¡Un batiburrillo de emociones!

        Luego, cuando mi esposa recuerda conmigo el grosor de la polla que se ha metido y el sabor de su semen (le gusta tragarlo) vuelvo a sentir ese revoltijo de sensaciones. A mi, al principio me costó un poco integrar todos los sentimientos de celos, excitación, pérdida, ganancia, miedo, erotismo, dolor y placer que experimentaba. Las cosas han sido similares, pero menos sorprendentes y menos intensas, a medida que hemos ido teniendo más experiencia. No estoy seguro, pero realmente creo que es la gama de emociones, desde los celos y el dolor hasta el placer y la excitación sexual masiva, lo que hace, para mí, verla con otro hombre tan increíblemente excitante y agradable.

        Poder canalizar el poder latente de los celos (la envidia, el miedo a ser excluido, el miedo a no ser lo suficientemente bueno) en nuestra experiencia erótica tan intensa es lo que nos mantiene (al menos a ¡¡¡Mí!!!) entusiasmados con el estilo de vida y seguir buscando oportunidades para jugar una y otra vez.

        Nunca me he sentido realmente mal, ni la primera vez ni las veces siguientes. Yo no he notado nunca nada que indique que nuestro matrimonio empieza a ir mal. Para los dos esto es un disfrute sexual extraordinario. Y nada más.

        Todo lo anterior lo escribí hace casi cuatro años, pero las cosas cambian y las relaciones evolucionan en este estilo de vida. En realidad, las cosas nuevas son las que lo mantiene emocionante. Las vueltas, las subidas, las bajadas hacen que la experiencia sea lo que es. Así que, después de cuatro años seguimos haciéndolo porque nos emociona a los dos que ella juegue, que conozca a nuevos hombres, que tenga encuentros y experiencias sexuales. Tener esas relaciones la excita. Nos mantiene emocionados y hay muy pocos momentos aburridos. No es que ella lo haga por mí o que yo lo haga por ella. A ella le encanta tener sexo con una variedad de hombres y a mí me encanta que tenga sexo con una variedad de hombres. Tan simple como eso.  

martes, 23 de julio de 2024

Sosteniendo la polla del macho mientras se la mete a mi mujer.

 

SOSTENIENDO LA POLLA DEL MACHO

 MIENTRAS SE LA METE A MI MUJER

        Por alguna razón, la idea de sostener la polla de otro hombre cuando se la mete a mi mujer y cuando se corre dentro de ella realmente me excita. Tal vez solo sea curiosidad por sentir la dureza de la polla en mi mano en el momento en que entra en el coño de mi chica. Y tal vez también solo sea curiosidad por saber cómo se siente salir de los huevos e ir por su polla la leche que va a llenar el coño de mi mujercita.

        Creo que este pensamiento es uno con el que muchos maridos cornudos fantasean, pero por temor a ser considerados bi u homosexuales, dudan en decirlo.

        Para hacerlo no hay que ser necesariamente gay o sentirse atraído por los hombres. Es adulador para el macho que la va a joder y satisfactorio para la esposa mientras mira e imagina lo que va a sentir. Sin embargo, ese primer toque y sentir el poder de su polla mientras se corre puede conducir a una fascinación y adoración de la polla... que puede o no conducir a nuevos deseos que se desarrollen a partir de ese primer contacto.

        Como en cualquier faceta de la vida humana hay diversidad de opiniones y pareceres. Veamos algunas de ellas:

        He guiado la polla de bastantes machos hacia el coño de mi esposa o la he mantenido en posición vertical mientras ella se ponía a horcajadas sobre ellos para montarlos y disfrutarlos, y cuando ya se la ha metido suelo acariciar brevemente sus huevos. A mi esposa le gusta que lo haga y me encanta complacerla y aumentar su placer y el del macho que la folla. ¿Y no es ese el deber de marido cornudo?

        No es algo que haga con frecuencia. Lo he hecho un par de veces. Una vez en que estaban en la posición del misionero yo estaba mirando desde un lado y tuve la idea de acariciarlos mientras lo hacían. Metí la mano entre los dos y a ella le gustó. Ella se corrió con ganas y enseguida me di cuenta de que él estaba empezando a correrse, así que sostuve sus bolas. Honestamente tengo que decir que no noté ninguna sensación especial en mis dedos ni en mi mano. En otra ocasión, con otro chico, mi esposa le estaba montando y ella me pidió que le acariciase los huevos. Así lo hice hasta que se corrió. Fue agradable, pero tampoco fue gran cosa.

        Nunca lo hice, aunque siempre he tenido un pequeño deseo de sostener la polla mientras entra en mi mujer, pero hasta ahora no lo he hecho. No estaría en contra de agarrarle la polla mientras se corre, pero no me atrae especialmente.

        No es lo mío. No me importa el contacto accidental durante un trío, pero no me interesa tener nada que ver con la polla o el semen de otro hombre.

        Realmente no hay nada gay ni homosexual en querer sentir y tocar la polla del que está jodiendo a tu chica. Es emocionante en tanto en cuanto forma parte de un juego que guste a todos. Pero este juego suele llevar a otros: chupar la polla del amante, limpiar el semen del coño de tu mujer, … Si todos estos juegos, que conducen a la sumisión, sirven para el disfrute de los tres, pues bienvenidos sean. ¿Si no para qué hacerlos?

        No tengo ningún deseo de comerme el coño de mi mujer después de que su amante se corra dentro de ella, y no quiero tener nada que ver con el semen de otro hombre en mi cuerpo. Habiendo dicho eso, me encanta la idea de que él se corra dentro de ella. También me encanta la idea de sostener su polla dura en mi mano y/o masturbarle un poco mientras mi mujer lo monta. Así que es dudoso en mi caso que sostener su polla me lleve a hacer algo más. Realmente tenía curiosidad por saber cómo se sentiría su polla en mi mano en el momento en que se corre en mi esposa. Curiosidad sobre cuánto latiría su polla.

        He acariciado los cojones de otro hombre mientras follaba a mi esposa y sentí que se contraían cuando se corrió dentro de ella. Antes de joder le chupé la polla mientras él se besaba con mi mujer.

        Siempre guio la polla del amante de mi esposa hacia su coño y la sostengo en posición vertical para que salte de arriba abajo. También me encanta lamer su clítoris, el eje de la polla y sus bolas mientras él la folla lentamente (no es posible cuando la está golpeando duro), y sí, sujeto sus huevos mientras él la llena de esperma. Él es el amante habitual de mi mujer y a los tres nos gusta lo que hacemos.

        Si como marido realmente quieres sentir el orgasmo del amante de tu mujer cuando se corre dentro de ella, usa un guante de plástico ligero (como el que puedes usar para cocinar), sumérgelo en un poco de vaselina e inserta el dedo medio en el ano de él lo suficientemente profundo como para frotar su próstata. De esa forma estimularás que se corra casi de inmediato y sentirás cada contracción y la salida del chorro de semen. Mi esposa me pidió que hiciera esto con su amante para darle más placer. Al principio fue bastante incómodo (¡para mí!), pero los dos notaron que su orgasmo era más fuerte y produjo más esperma para ella. Fue una excitación total para mi esposa; ella dice que le encanta que haga esto por ella.

        He usado mi mano para endurecer a un chico y guiarlo hacia el coño de mi novia. No lo sostengo mientras él se corre, pero sí froto sus bolas mientras lo hace. A mi novia le gusta, a ella el juego bisexual suave la excita y la pone caliente.

        Lo he hecho todo. Me gusta cuando mi esposa se sienta en mi cara y lamo su coño y luego a él preparándoles para follar, y cuando él está listo llevo la polla derechita al coño que la está esperando.


        En una ocasión, hace un tiempo, pude sostener la polla del amante de mi esposa mientras él eyaculaba. En ningún otro momento he tocado a un hombre cuando estaba follando con mi esposa, pero tenía curiosidad por saber si podía sentir las pulsaciones de su eyaculación y este hombre me lo permitió. Fue un momento muy erótico y me gustaría volver a hacerlo alguna vez más.

        Si todos disfrutan ¿por qué no hacerlo?



Elegir un amante

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