Haciéndome más cornudo

HACIENDOME MÁS CORNUDO

        "Sé que la idea te pone nervioso, cariño", dice tu esposa mientras pasa sus suaves dedos sobre tu pecho.

        Estás en la cama y ella está tratando de convencerte para que des el siguiente paso con ella y su amante. Ella tiene razón en que este tema te pone nervioso. 

        “No tienes que estar nervioso o asustado. Prometo que no será malo. Te sentirás bien. Además, me harás muy feliz y me pondrás muy cachonda, es más, ya lo estoy solo de pensarlo”, dice ella. “Compruébalo" Ella toma tu mano y la guía entre sus piernas. Tus dedos encuentran su humedad. Te excitas.

        Ella te besa suavemente y sus dedos rodean tu polla y te acarician lentamente hasta lograr una erección. "Por favor cariño. Dime que le chuparás la polla”.

            "Yo... no puedo", dices. “No me atrevo a hacerlo”.

        Ella no se inmuta. No se siente frustración en su voz cuando dice: "Lo sé, cariño, lo sé". Ella continúa acariciando tu polla y pronto la tienes dura como una piedra.

        "Solo piénsalo", susurra. “Piensa en estar de rodillas frente a mi amante. Siente mi mano en la parte posterior de tu cabeza, guiándote hacia su polla. Siente su palpitante cabeza contra tus labios. Siente su deseo de que la tengas en tu boca ".

        Ella es una experta en manipular tus deseos.

        “Piensa en mí estando justo a tu lado. Piensa en mi mano alrededor de la base de su polla mientras la guío hacia tu boca. Piensa en mí susurrándote al oído”, dice ella.

        "Chúpale la polla por mí, cornudo", susurra.  Tu mente cobra vida con la fantasía. “Eso es, cariñín. Chupa esa gran polla para mí. Muéstrame cuánto me amas. Muéstrame que estás dispuesto a hacer cualquier cosa por tu esposa”.

        Prácticamente puedes sentir su polla entre tus labios. Casi puedes saborear sus primeras gotas en tu lengua.

        "Eres un niño tan bueno", susurra antes de que su lengua salte a tu oído. Te hace temblar de placer. “Eres un buen cabrón para mí. Eso es. Haz que se ponga tiesa y dura para el coño de tu mujercita”.

        Ahora está usando tus primeros líquidos como lubricante. Ella te acaricia la polla y te lleva a un mundo de fantasía en el que eres un cabrón cornudo ansioso.

        “Me excita tanto ver tus labios alrededor de la polla de mi amante, cariñito. Me excita mucho ver que eres un cabrón tan ansioso por mí. ¿Te gusta?" pregunta.

    Ella deja de acariciarte. Ella quiere escuchar tu respuesta. Sabes que ella te seguirá tocándote y poniéndote cachondo si dices que sí.

        "Sí, me excita", dices. Necesitas que te siga acariciando.

        “Podríamos chuparle la polla juntos, sabes. Podrías chupar la cabeza gruesa y palpitante y yo podría chuparle las bolas. Podríamos besarnos sobre la cabeza de su polla. Ambos podríamos estar de rodillas adorando su gran polla”, dice ella mientras trabaja tu polla con sus hábiles dedos. "¿Te gustaría eso?"

        Esta vez no deja de acariciarte y no dudas en responder. Has llegado hasta aquí. Es hora de comprometerse.

        "Sí, me gustaría eso", dices.

        "Sí, ¿te gustaría chupar la polla conmigo?" dice ella.

        "Sí, me gustaría chupar la polla contigo", respondes. Su mano se mueve tan bien en tu polla. Ella sabe exactamente cómo volverte loco de deseo.

    "Estoy segura que vas a ser un buen cornudo. Tienes unos labios tan perfectos y sé que harás un buen trabajo haciendo que mi novio se sienta bien”, dice ella.

      Sabes que ella tiene razón. Una vez que te comprometas, harás un buen trabajo. No puedes resistirte. Tienes que complacerla a ella y a él. No puedes decepcionarles.

        ¿Me dejarás limpio el coño después de que me folle? Si él se retira y te da de comer su polla, ¿la tomarás en tu ansiosa boca? pregunta tu esposa.

        "Sí, lo dejaré limpio", dices. Puedes imaginártelo. Estás boca arriba en un cornudo 69 y él saca su polla resbaladiza de su coño y te la mete por la garganta. Lo tomas con facilidad. Lo tomas porque eso es lo que hace un cornudo.

        "Buen chico", dice ella. Ella te acaricia más rápido. Estás tan cerca de correrte.

        "¿Tomarás su leche?" pregunta. “Si él quiere correrse en tu boca cornudo, ¿te abrirás y lo tomarás? ¿Serás un buen chico y recibirás una corrida directamente de la polla de mi macho?

        "¡Si!" gritas Nunca has estado tan excitado. Ella ha roto tu resistencia. No puedes resistirte a ella. No puedes decir que no. Quieres ser un cornudo maricón para ella. Debes chuparle la polla de su amante y limpiarle los jugos de su coño. Quieres hacerlo todo.

        "Eres un marica cabrón tan bueno para mí", dice ella.

     Eres un maricón y un cabrón para ella, o al menos estás dispuesto a serlo. Ella está en lo correcto. Harás casi cualquier cosa. Es todo tan excitante que no puedes aguantarte. Tu esperma se pulveriza sobre tu estómago. Tu esposa se ríe de puro deleite. Ella sabe que estás mucho más cerca de ser el cornudo de sus sueños.