Una apuesta entre el marido y el amante.

 UNa apuesta ENTRE EL MARIDO Y EL AMANTE

Un buen macho no solamente folla a la esposa. Si el tiene en cuenta que son tres personas las que intervienen, el debe dar placer a las tres, es decir, debe follar con su polla a la esposa y follar mentalmente al marido.

Esto se dice muy fácilmente, lo difícil es encontrar a un macho que quiera y sepa hacerlo.

Veamos un caso hipotético.

El marido y el amante apostaron sobre si ella llevaría este vestido, o no, en un club. El amante dijo que lo llevaría, el marido que no lo llevaría. Si ella lo llevaba, el marido se comprometía a estar dos meses sin follar con ella.

Es un vestido que no deja nada a la imaginación. Claramente se ve que va sin sujetador, y más claramente que va sin bragas y con el coño afeitado.

Esta esposa caliente, por primera vez, está completamente desnuda bajo el vestido más transparente y fino que que hasta ahora ha usado en público. Es tan transparente que se la nota nerviosa cuando se baja del coche y queda a la vista de todos. A pesar de que ya había llevado escotes muy pronunciados y ropa transparente para su pecho, nunca había enseñado tan claramente su coño.

Ir así fue un gran paso, un paso demasiado grande, para que su marido creyera que lo usaría porque su novio, su amante se lo había pedido

La foto del comienzo del artículo es la que el amante envió al marido como prueba de que había ganado la apuesta.

Psicológicamente, perder algo es más fácil que simplemente renunciar a ello. Habiendo perdido una apuesta, lo que hay que hacer es ser hombre y cumplir con los términos de la apuesta, ¿verdad? Por lo tanto, la tarea de un buen amante es elaborar una apuesta en la que todas las partes sean ganadoras, independientemente del resultado.

Si ella se hubiera negado a usar un vestido tan trasparente para ir a un lugar público como el club, su amante accedería a dejarse filmar cuando estuviera jodiendo con ella en su casa, lo que suponía una gran victoria para el marido, pero obviamente no una gran pérdida para su amante; pero si ella lo usaba en público, su amante tendría acceso exclusivo a su coño durante tres meses. Aunque la esposa estaba deseando usar ese vestido, aunque con un pequeño tanga de color carne, enterarse de que su esposo había apostado el acceso a su coño durante dos meses, la motivó mucho más que simplemente complacer a su amante.

Dejar que el marido se ocupe de su polla por su cuenta, y considerarlo como algo propio de un esposo sumiso, es algo irresponsable tanto de la esposa como del macho que monta a la esposa. Es responsabilidad del amante asegurarse de que la pareja aprenda y practique nuevos métodos de intimidad física y emocional sin relaciones sexuales. Esto no se hace simplemente para proporcionar al marido liberación sexual, sino para profundizar tanto en su sumisión como en su vínculo con su esposa y su amante.

Este escrito muestra un ejemplo de lo que debería ser el comportamiento de un macho que tuviese presente que al joder con la esposa, también tiene que establecer una relación exitosa con su marido. Pero creo que esto es más un deseo que una realidad, a no ser que haya machos corneadores que también sean psicólogos.