Padres de Cornudos

 Padres de Cornudos

    Hay muchas parejas cornudas que les tocó vivir en un hogar en el que sus padres eran una pareja cornuda. ¿Hasta qué punto ver a los padres en este estilo de vida incita, anima o predispone a ser también un cornudo?

    La respuesta no está nada clara. En unos casos parece que ha influido en esa decisión y en otros ha influido en sentido contrario, en huir totalmente de ese estilo de vida. A continuación, ofrecemos testimonios de varias personas.

Mis padres vivían este estilo de vida. La primera vez que vi a mi madre con uno de sus "amigos especiales" me impactó mucho y tuve una gran excitación. A partir de esa primera vez (16 años) procuraba verla siempre que venía algún amigo (por supuesto sin que ella se diera cuenta) y se volvió natural verla follando con otros. Cuando me casé quise seguir viendo eso mismo, pero con mi mujer como protagonista.

Mis hijos, dos chicos y una chica, nos pillaron en casa un par de veces cuando eran adolescentes. No sé si nos observaron de manera oculta en otras ocasiones. Ya están casados y mi hija le ha confesado a su madre que lleva este tipo de vida. Los dos chicos no han dicho nada ni han hecho nada que nos haga sospechar que son cornudos. No puedo pronunciarme ni a favor ni en contra sobre si el comportamiento de mi hija (y su marido) se debe a vernos visto nosotros o a un desarrollo natural.

        Mi esposa y su hermana conocían, desde su adolescencia, que su madre mantenía relaciones sexuales con otros hombres. En su país la infidelidad no es infrecuente, y aunque no se habla abiertamente de ello, no se trata como un gran problema.

        Cuando le propuse a mi mujer que me gustaría verla follar con otro, fue muy positivo hablar de que su madre había llevado ese tipo de vida durante veinte años, lo cual no había supuesto un estigma tan malo, y que, además, su padre había estado con ella en todo momento. Todo ello mostraba que no era una idea tan absurda y que mucha gente vive de esa manera, aunque procura mantenerlo oculto.

En los ocho años que llevamos como pareja cornuda no hemos tenido ninguna discusión sobre nada de esto con ningún miembro de su familia o de la mía.

Dicho esto, personalmente he sentido un poco de acercamiento con mi suegro sabiendo que ambos somos cornudos.

Considero que mi padre es bastante responsable de que yo ame los cuernos y que haya propuesto a mi mujer que me los ponga. Y todo ello debido a que siempre tenía revistas y publicaciones que hablaban sobre este tema. No las tenía a la vista, pero cuando tuve 15 años encontré donde las guardaba, y esas fueron mis lecturas favoritas. Cuando me masturbaba siempre tenía una revista, que leía con gran entusiasmo, que aumentaba mi excitación y que conseguía que mi eyaculación fuese muy, pero que muy placentera. Y ese placer es el que obtengo viendo ahora a mi mujer.