¿Por qué quiero que mi esposa folle con
otro hombre? (6)
Porque es emocionante. Cuando veo como está follando con otro hombre siento una mezcla de sensaciones y emociones a veces contradictorias. Me corro varias veces de solo mirar, sin necesidad de tocarme. Quiero que se la meta más y quiero que terminen de una vez pues pienso que le va a dar algo por el orgasmo continuado que está teniendo. Siento celos de como se abrazan y él aprieta su culo contra ella para que la polla le entre más.
Muchas veces tengo una sensación en la boca del estómago, como una punzada de excitación mezclada con envidia, mezclada con miedo, mezclada con un sentimiento altamente erótico.
Cuando veo la polla rígida del otro entrar en su coño siento una excitación increíble a la vez que sentimientos de celos. Cuando estoy viendo la serie de pollazos hondos y profundos que le da al macho no estoy seguro de si quiero que se detenga o que continúe para siempre. La emoción es increíble, al igual que la excitación, pero algunos veces no tengo la polla bien tiesa ni bien dura.
En esos momentos no estoy seguro de lo que estoy sintiendo, excepto que es muy poderoso. Lamento que hubiéramos decidido hacer esto y no podamos volver a la situación anterior, pero al mismo tiempo siento emoción por hacerlo una y otra vez, ganas increíbles de unirme y poner mi polla en su boca, e incertidumbre de cómo proceder. ¡Un batiburrillo de emociones!
Luego, cuando mi esposa recuerda conmigo el grosor de la polla que se ha metido y el sabor de su semen (le gusta tragarlo) vuelvo a sentir ese revoltijo de sensaciones. A mi, al principio me costó un poco integrar todos los sentimientos de celos, excitación, pérdida, ganancia, miedo, erotismo, dolor y placer que experimentaba. Las cosas han sido similares, pero menos sorprendentes y menos intensas, a medida que hemos ido teniendo más experiencia. No estoy seguro, pero realmente creo que es la gama de emociones, desde los celos y el dolor hasta el placer y la excitación sexual masiva, lo que hace, para mí, verla con otro hombre tan increíblemente excitante y agradable.
Poder canalizar el poder latente de los celos (la envidia, el miedo a ser excluido, el miedo a no ser lo suficientemente bueno) en nuestra experiencia erótica tan intensa es lo que nos mantiene (al menos a ¡¡¡Mí!!!) entusiasmados con el estilo de vida y seguir buscando oportunidades para jugar una y otra vez.
Nunca me he sentido realmente mal, ni la primera vez ni las veces siguientes. Yo no he notado nunca nada que indique que nuestro matrimonio empieza a ir mal. Para los dos esto es un disfrute sexual extraordinario. Y nada más.
Todo lo anterior lo escribí hace casi cuatro años, pero las cosas cambian y las relaciones evolucionan en este estilo de vida. En realidad, las cosas nuevas son las que lo mantiene emocionante. Las vueltas, las subidas, las bajadas hacen que la experiencia sea lo que es. Así que, después de cuatro años seguimos haciéndolo porque nos emociona a los dos que ella juegue, que conozca a nuevos hombres, que tenga encuentros y experiencias sexuales. Tener esas relaciones la excita. Nos mantiene emocionados y hay muy pocos momentos aburridos. No es que ella lo haga por mí o que yo lo haga por ella. A ella le encanta tener sexo con una variedad de hombres y a mí me encanta que tenga sexo con una variedad de hombres. Tan simple como eso.