El semen del otro hombre: límites cornudos

 

EL SEMEN DEL OTRO HOMBRE: LÍMITES

 CORNUDOS

      Una parte clave de la exploración sexual de una pareja es comprender lo que le excita a cada uno y los límites que ya no son aceptables para cada uno de los miembros de la pareja. Los límites preestablecidos, si los hay, contribuyen en gran medida a garantizar que se va a disfrutar del momento y el que los recuerdos sean más agradables que perjudiciales.

       Un momento que ciertamente podemos anticipar en cualquier experiencia de cornudo es que el macho va a eyacular. Esto plantea algunas preguntas obvias para que la pareja debata. ¿Hay algún lugar donde la pareja sienta que allí no debería llegar nunca el semen del otro macho? Por ejemplo, una mujer puede no querer que el otro hombre se corra en la cara o en la boca. O puede que no se sienta cómoda con él entrando dentro de ella.

      El marido también puede tener reservas. También hay escenarios potenciales donde el cornudo puede entrar en contacto con el semen del otro hombre. Esto podría incluir la polla del cornudo entrando en el coño lleno de esperma de su mujer o puede involucrar al cornudo lamiendo el semen del otro hombre del coño de ella. ¿Cómo se siente la pareja sobre esto? ¿Lo encuentran excitante o no? Si es así, ¿hasta dónde llega ese contacto?

       Mientras mi mujer y yo avanzamos en este mundo cornudo yo quería saber cuáles eran sus límites. ¿Dónde quiere que su macho se corra y cómo se siente ella cuando yo potencialmente lamo la leche de su coño? ¡Escuchar a la mujer que amas hablar sobre sus pensamientos acerca de otro hombre que se corre dentro de ella es de una excitación mental intensa! Y abordar el tema de mí, comiendo su semen de su coño es como dejar caer un martillo en mi humillación erótica.

      Mi mujer y yo y yo disfrutamos con este juego de los cuernos y mi fantasía favorita es verla follando con un hombre negro bien dotado. Le encanta cuando le susurro historias traviesas sobre esto en su oído mientras follamos y siempre hace que se corra intensamente. Ambos estamos totalmente de acuerdo con hacer que el los cuernos sean una realidad en nuestra relación, pero no estamos realmente en el elemento de sumisión ni de humillación a menudo asociado con el cornudo.

      Si bien me inclino por ser dominante y controlar en el juego sexual, también disfruto de una pizca de humillación y burlas eróticas. ¡La idea de lamer el semen de otro hombre de su coño es una forma de humillación erótica que me vuelve loco de emoción! Además, me encanta cuando ella se burla por tener una pequeña polla y expresa su sincero deseo por meterse una más grande, específicamente, una Gran Polla Negra. Por supuesto, con esto me entran ganas de castigarla ... preferiblemente golpeándola con mi polla y follándola por ser tan traviesa.

      Ella siempre ha disfrutado saboreando sus jugos en mi polla y le gusta lo traviesa que la hace sentir. Ella quiso ser “mala” y hacerme probar mi propio semen.

      La he lamido el coño varias veces después de haber follado con ella y lo he disfrutado. Sin embargo, no es algo que agregue un nivel adicional de placer para mí. Probar mi propio esperma es una cosa. Probar el esperma de otro hombre de su coño bien jodido es un juego completamente diferente, ¿verdad?

      Antes de llegar a este tema, primero necesitaba conocer sus pensamientos sobre dónde quería o no quería que su toro se corriera. "Cariño ¡la idea de deslizar mi polla dentro de ti y sentirla cubierta con el semen de otro hombre supondría un placer tan intenso!" Ella respondió:

      Mmmm cariño, me gusta la idea de que tú también se corras dentro de mí ... especialmente que lo hagas después de que un hombre negro me haya llenado con su leche cremosa.

      Cariño, también me encanta el sabor de tu semen cuando te corres en mi boca. Para mí es una experiencia tan personal tenerte de esta manera. Al igual que no quisiera besar a otro hombre, no quisiera su semen en mi boca. Es demasiado personal y es algo que solo quiero compartir contigo.

      En este punto ella era inflexible acerca de no besar al otro hombre o querer su semen en su boca. Personalmente, si lo hiciese no me molestaría, pero son sus límites basados en un nivel de intimidad que solo quiere experimentar conmigo. Aunque le pareció emocionante la idea de follar con otros hombres, hay algunas cosas que solo quiere experimentar conmigo.

      Sabiendo que a ella le gusta la idea de que otro hombre se corra dentro de ella, le pregunto sobre cuales son sus pensamientos sobre mí lamiendo el semen de otro de su coño.

      ¡Guau, ese es un pensamiento loco y ardiente! ¡Lamer el semen de otro hombre de mi coño es una locura maravillosa que me moja mucho! Desear follar a un hombre negro solo porque tiene una gran polla es algo que nunca hubiera hecho antes de conocerte. Ahora, que todo esto suceda frente a ti es una locura. Este es un regalo increíble que me has dado. Entonces, ni siquiera puedo pensar en ti lamiendo mi coño después de que otro hombre me lo ha llenado de su leche. ¡Es una locura que solo de pensarlo me hace arder el coño!

      Le pregunto a si hay otros lugares en los que estaría emocionada de sentir que su macho negro se corría cuando cumpliéramos la fantasía.

      Excepto por mi boca y mi culo, que siempre serán solo tuyos, puedes compartirme como quieras. Puedes decirle que vacíe su carga cremosa en mi cara y cuello para que puedas pasar tus manos por ella mientras me follas duro después. Puedes hacer que se corra en mi cabello, en el que trabajo tanto para que sea bonito para ti. Él puede correrse en mis tetas, y luego frotaré tu pequeña polla en su semen. Sé que será muy bueno para ti. Él puede echar su leche en la parte inferior de mi espalda para que corra por la grieta de mi trasero y abra los labios. O, si quieres, puede plantar su semen en lo más profundo de mi coño. Te toca a ti decidir dónde quieres que me eche su leche, solo hay dos sitios en que no: mi boca y mi culo. Solo quiero tu dulce y pequeña polla en mi culo.

      Y así hablamos y hablamos en nuestras conversaciones de almohada mientras follamos, o cuando hemos terminado o aún no hemos empezado, y vamos estableciendo nuestros límites. Límites que en ocasiones no se cumplen y que no nos produce ningún dolor su incumplimiento, ya que una cosa es lo que pensamos cuando estamos los dos en la cama y otra cuando ella está en la coma follando con otro hombre.