¿POR QUÉ ME GUSTA TANTO QUE FOLLE
CON OTRO?
Profundizando en la compersión
Hay muchas posibles respuestas a esta pregunta. Casi todas las personas que no están metidas en este estilo de vida se hacen esta pregunta o se la hacen al marido si tienen ocasión.
Los maridos también nos hemos hecho esta pregunta alguna vez, normalmente cuando estamos solos y nos sentimos humillados porque nuestra mujer está disfrutando con otro hombre o acaba de estarlo.
La Compersión es una explicación. Puede ser un término usado en exceso, pero para mí sigue siendo una teoría totalmente válida.
En realidad, hay dos formas muy distintas de Compersión; una es una forma puramente emocional / intelectual, en la que simplemente se obtiene placer emocional / intelectual de saber y ver que está haciendo algo bueno por su esposa. Ese es el entendimiento tradicional y común.
Pero hay otra forma muy diferente de Compersión, más común para los hombres. Esta otra forma da como resultado una estimulación sexual extremadamente alta: su empatía por su esposa le permite obtener una transferencia física indirecta; virtualmente siente el placer físico propio de su esposa en la medida en que es estimulado sexualmente a niveles que muchos nunca experimentan. Se experimenta tanto placer mental como físico.
Los maridos cornudos se excitan al realizar algunos de los mismos actos sexuales que su esposa ha realizado, o está realizando, con su amante. Una de las principales razones es que hay atracción en experimentar y disfrutar los mismos sentimientos que la esposa, es decir, disfrutar juntos de las mismas sensaciones.
Esta teoría nos dice el marido puede experimentar indirectamente por lo que está pasando su esposa. Me siento así, yo mismo, y últimamente cada vez estoy más convencido en que parte de la explicación de por qué me gusta tanto ver a mi mujer estar con otro hombre, reside en este hecho.
Cuando veo como mi mujer se deja sobar las tetas y se deja tocar el coño en una discoteca o en un club de intercambio, siento una excitación como si fuese a mi a quien me están tocando y me fuese a ocurrir lo que casi con toda seguridad le ve a ocurrir a ella. Pero no siento que es un hombre el que me toca, sino una mujer.
Y cuando la veo así, agarrando la polla de su amante y llevándola a la entrada de su coño, siento como si esa polla fuese la mía y ella me la agarrase para que se la metiese más rápidamente. Son sensaciones intensísimas y agradabilísimas, que no me importa ver una y otra vez, es más, deseo verlas una y otra vez.
¿Y no os pasa a vosotros, amigos cornudos, lo mismo?
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