domingo, 18 de junio de 2023

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         Mi mujer sigue siendo increíblemente sexy. Se viste de forma que los hombres la miren y la deseen. Le encanta coquetear con otros hombres.

        Cuando recibe la atención de otro hombre, un hombre que la hace sentir bien y atractiva, sus fuegos internos se despiertan. Incluso podría querer follarlo.

        Sentirse deseable está en su mente. Es mi trabajo como su marido ayudarla a explorar esos sentimientos que siente cuando un hombre coquetea con ella, y la mira con ojos de deseo. Ella ya sabe como me gusta ver como los hombres la desean, cómo se despierta su pasión y cómo la satisface.

        Me encanta ver su cuerpo. A ella le encanta lucirlo. Mi esposa está buenísima y a muchos hombres les gustaría follarla. La mayoría de los hombres se pondrían celosos si su esposa fuera así.

        A mi me encanta. A los dos nos encanta. Se me pone tiesa y dura viéndola segura y sexy. Le encanta la atención que recibe; la emoción la moja... y cuando está mojada, está lista para joder. A ninguno de los dos nos importa. Tenemos el mejor sexo, dejándola actuar como una zorrona. ¿Qué nos importan los demás?


        Su cuerpo se ve increíble y sensual con esa lencería que le compré para su cita. ¿Quién pensó alguna vez que verla jodiendo con otro hombre podría ser tan emocionante? No hay nada igual. Para las parejas cornudas, se trata de SU relación. De los dos, marido y mujer. Es su vida sexual juntos. Si traen a otro hombre es para que los dos disfruten. Para cierta gente esto es raro, pero ¿por qué importa lo que piensen? El sexo entre una pareja cornuda no es asunto de nadie más.


        Es como ver un video porno XXX, pero este no lo es. Cuando veo éste, mi corazón de cornudo se acelera y la excitación sube brutalmente. Y todo esto ocurre porque la actriz es mi esposa.

        Es el contexto lo que lo pone en marcha. Aquí son muy importantes los pequeños detalles:

        Ver una polla dura como una roca, flotando sobre un coño bien lubricado que conozco demasiado bien.

        Ver ese primer momento, cuando la punta entra en sus suaves pliegues húmedos. Al igual que lo he hecho yo muchas veces antes ... pero no hoy.

       Ver la expresión en su rostro mientras se retuerce de placer con la polla que tiene dentro de ella. Ella nunca pone esa cara conmigo.

        Eso es lo que quiero ver. Así es como satisfago mi fantasía.


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