ESA MIRADA
Todos los cornudos anhelan una mirada así. La mirada de una mujer que expresa un auténtico deseo sexual. Esa mirada muestra al cornudo lo feliz que puede ser su esposa a la vez que alimenta la angustia del cornudo.
Lo único de esta mirada es que no se obtiene de una relación convencional. Si ves las mismas cosas todos los días empiezas a olvidar lo especiales que son y la actividad se vuelve monótona y aburrida. Así es como la mayoría de las mujeres ven la polla de su marido. Pudo ser agradable la primera vez, pero después de un tiempo es solo un pene. Pero esto no significa que la esposa no le ame y no se excite con él, solo que cuando ella está desenvolviendo el regalo del marido ya sabe lo que hay dentro.
Yo permito que mi mujer siempre sea libre de abrir un nuevo regalo. Puedo ver el viaje completo de mi mujer desde ver a un chico sexy, con el que posiblemente le gustaría acostarse, coquetear con él , y finalmente, cuando la tensión sexual aumenta demasiado, le invitó a nuestra casa para divertirse.
Verla excitada en todo este proceso supone para mi una gran y grata excitación. Verla reír y pasar un buen rato con su nuevo chico aumenta mi angustia mientras me mantengo atento a sus reacciones. Ella siempre me mira para compartir este estado de felicidad en el que se encuentra. Todo esto es como una burla, y me duele y me alegra a la vez verla feliz. Y siempre, en todo este proceso veo su mirada.
Ella está un poco borracha, se sonroja porque él es un hombre negro fuerte y caliente. Ella me ha estado mirando toda la noche y sus ojos cachondos también me han cautivado toda la noche. En cada acción que hace, siempre está consciente de mi mirada, lo que la hace sentir aún más sexy, aún más deseada, incluso más empoderada de lo que ya se siente al excitar la sexualidad cruda del chico con el que está.
Ella deja su bolso mientras comienza a besarlo mientras se dirigen a la habitación, yo les sigo atentamente detrás. Se desnudan. Ella está sorprendida por lo grande que tiene la polla. Ella siente lo pesada que es y el peso de esta gran polla negra la hace rendirse a su fuerza. Ella está perdida en el éxtasis mientras se siente hipnotizada por su impresionante hombría y voluntariamente y con hambre abre la boca abrazando su polla y sintiendo esa satisfacción de haber hecho una buena elección.
Mientras ella está perdida en su lujuria con su macho, puedo ver todo lo que hace en el calor del momento. Puedo ver sus pupilas dilatarse, su boca comienza a abrirse levemente, emite suaves suspiros, mientras está frente a él se balancea hacia adelante y hacia atrás como si se sintiese magnéticamente atraída por esa polla. Puedo verla tener una nueva experiencia sexual cruda y primaria que se apodera de ella cada vez que lo hace con un nuevo macho.
Llega un momento en que ella se enfoca completamente en su satisfacción y se mete como en una nube de lujuria. Pero aun desde esa nube ella sabe que estoy allí con ella. Estoy con ella para protegerla y apoyarla, y asegurarme de que la noche sea completamente perfecta y ella sepa que tiene mi devoción incondicional. Ella sabe que a pesar de que está haciendo algo que la sociedad considera tabú, tiene a su pareja a su lado.
Me encanta su mirada porque es una mirada que ella habitualmente no me muestra. Es una mirada de pasión cruda. Carece de los componentes intelectuales y emocionales que se tienen con una pareja. La diferencia entre cómo me mira a mí y a al macho con el que está es como la diferencia entre cómo mira a su plato favorito y a su postre favorito. Lo sé y ella sabe que no puede comer ese postre todos los días, pero sería cruel mantener siempre, algo que tanto anhela, lejos de ella.
Al apoyarla teniendo este regalo, puedo ver una verdadera felicidad y satisfacción que veo como extremadamente saludable para una relación. También puedo verla satisfacer su antojo y porque confío tanto en ella, esa sensación de miedo que podría dejarme es reemplazada por una angustia. Esta angustia me tiene nervioso y hace que mi propia sexualidad se construya y se construya viendo a mi mujer volverse loca hasta que el chico se va y somos solo nosotros dos.
Una vez que estamos solos y ella me anhela y me desea, esa angustia que fue construida durante mi fase de voyerismo, se rompe con una inundación de energía que es tan potente que no hay separación entre el amor y la lujuria. Esta enorme ola de emoción elimina cualquier inseguridad o miedo y hace que el terreno sea fértil para que ambos crezcamos.
Es por eso que me encantan sus miradas cuando está con otro, y quiero que todos los cornudos acepten a su mujer cuando está con otro hombre. Al abrazar y apreciar ese lado de ella, no se la reprime, ni se la denigra. Ella se sentirá confiada, poderosa y sexy, y tan caliente como el infierno y, después de todo, ¿no es eso lo que se supone que un hombre debe hacer por su mujer?
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