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        Como marido cornudo, una de las cosas que más me gusta es ver a mi mujer coqueteando y flirteando con otro hombre en un club. Hay ocasiones en que empieza a besarse y si se pone bien caliente se deja tocar hasta el coño.

        Y me encanta cuando se acerca a mí y me dice: Sabía que me estabas viendo coquetear con él. ¿Has visto bien dónde estaban sus manos?

        Me gusta para que me folle, así que le he invitado a casa con nosotros y le dije que serías nuestro conductor y que no te importa esta situación. Tengo la sensación de que esto va a ser muy largo, que vamos a estar toda la noche jodiendo, así que si te cansas mirarnos puedes dormir en la habitación de invitados.

        ¿Puede haber mayor placer para un cornudo que estas veladas que terminan al amanecer? Para mí no.

        Esta pareja ha cometido dos errores que puede que requieran una atención de por vida.

        Uno. Darle el marido sus condones en lugar de comprar los extragrandes que él necesita. Como consecuencia nada más ponérselos se rompían, pero ni el marido ni la esposa quisieron verlo.

        Dos. Al ver una polla tan grande ella no quiso que la follase el culo, tal como él quería. No sé si por miedo a que le hiciese daño o por no perderse esa polla en su coño, ella le pidió que la jodiese por su raja. Al marido también le pareció una buena idea.

        Pero los condones rotos no paran la leche y este hombre la regó bien y bien dentro. Mientras la tuvo dentro ella no pensaba en que se podía quedar preñada, ella solo pensaba en el gusto que le estaba dando y lo lleno que tenía su agujero. El marido tampoco pensaba en nada, solo disfrutaba de ver como esa gran polla se metía dentro de su mujer y como ella jadeaba y se retorcía de placer.

        Ya tranquilos y serenos, si ella se ha quedado preñada, tomarán las medidas que consideren adecuadas, pero que les quiten lo que han disfrutado.

        Sí, ya sé que es un vestido muy cortito y un poco escandaloso, pero me lo he puesto precisamente por eso. Tengo la intención de aprovechar todas las oportunidades que tenga para agacharme delante de él y hacer movimientos para que se me vea lo máximo posible. No llevo nada debajo. Quiero excitarle muchísimo y conseguir que olvide que es tu amigo y me folle, porque querer ya he notado que sí quiere follarme.

         …No, no me la ha metido todavía… Me acabo de quitar el vestido y él está en el cuarto de baño… Sí, me gustaría que estuvieras aquí… Naturalmente que me gustaría que vieras como me jode… Sí, estaré bien… Mi coño puede que mañana esté un poco dolorido… Sí, tu podrás lamérmele cuando vuelva a casa… Te contaré todo. Lo prometo. No te preocupes… Sí, ya se la vi. Es bastante más grande que la tuya en todas direcciones, tanto de largo como de gorda… Pienso que no tendré problemas para manejarla… Me las he metido tan grandes como esta y más… Ya lo sabes… Ya viene. Te tengo que dejar. ¡Te quiero, adiós!