EN EL CLUB DE BAILE
¡Siento las pollas duras como una piedra a través de sus pantalones! ¡Me gusta tanto que me rodeen con sus brazos y empiecen a meter la mano por mis pantalones, y que empujen sus pollas rígidas contra mi coño y se restrieguen contra mi culo!
La otra noche estaba bailando con un chico que tenía una polla enorme y dura y la puso justo contra mi clítoris. Yo me mantuve en esa posición, nos besábamos y al tiempo restregaba su polla contra mi clítoris hasta que exploté y comencé a correrme. Cuando terminé fui a donde estaba mi marido y le pedí las llaves del coche. Volví con el chico, le agarré de la mano y le llevé directamente al coche para follar.
Le hice una buena mamada para ponérsela bien tiesa y bien dura y cuando ya lo estaba empezó a joderme.
Su polla era muy grande y me hizo un poco de daño, ¡pero tenía tantas ganas de que me jodiese después de lo que me hizo en la pista de baile!
Le costó un poquito meter ese rabo tan enorme dentro de mi coño, pero una vez que lo hizo, me jodió tan profundo y tan duro que me puse a gritar. Mi coche traqueteaba, pero no me importaba, solo quería sentirlo correrse. ¡Y ya lo creo que lo hizo! ¡Una hora para poder caminar bien de nuevo y volver a la pista de baile!
Ese día, como tantos otros, nos lo pasamos estupendamente.
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