Macho dominando al cornudo marido.

 MACHO DOMINANDO AL CORNUDO MARIDO 

    Hay muchos maridos cornudos a los que no les gusta ser humillado, otros solo aceptan la humillación si su mujer se lo pide, y otros realmente disfrutan, en mayor o menor grado, con diversos tipos de humillación.

    Una de las mayores humillaciones para un marido es ser sodomizado por el amante de su mujer. A continuación se expone la experiencia de un macho corneador en este aspecto.

    Con la última pareja que he estado, he descubierto que utilizar al marido cornudo con fines sexuales es muy divertido y mejora la experiencia general de todos los involucrados, incluida la del marido.

    Una cosa que nos gusta hacer a todos es que yo dé por culo al marido mientras su mujer mira. Es sorprendente comprobar cómo se excita esta mujer viendo como doy por culo a su marido antes de que yo la folle a ella. Normalmente cuando se la estoy metiendo por el culo, me burlo y le insulto, pero no siempre. Depende del cornudo de su marido, de si él lo solicita de alguna manera, y de si su mujer le empieza a insultar y humillar o me pide que yo lo haga.

    Los tres nos entendemos muy bien, ya llevamos un tiempo viéndonos con frecuencia, una vez a la semana o cada quince días. Ahora no sé si soy bi o simplemente lo hago por dominar al marido de esta pareja, pero no es algo que me importe demasiado. Es muy divertido y nadie de los implicados quiere que me detenga. 

    Ya he dicho que la esposa se excita increíblemente cuando maltrato o intimido a su marido. Generalmente no me cuesta nada dominarle y humillarle. Ella me alienta a llevar las cosas más y más lejos, y parece excitarse físicamente cuando su marido se humilla y se deja hacer todo lo que ella y yo queremos.

    Lo que ocurre nos gusta a todos, ella realmente disfruta cuando sodomizo a su esposo. A él le gusta que ella le haga un mariquita, y que yo le use sexualmente, le gusta que no le deje tener sexo con ella y que su placer sexual venga de masturbarse mientras nos ve como follamos o de masturbarse él solo en otra habitación o que le masturbe su mujer mientras le estoy dando por culo.

    Como grupo nos llevamos y nos entendemos cada vez más y mejor. Y hasta después de follar nos relacionamos y hablamos como personas normales y corrientes. En esos momentos veo como ella le ama y le quiere, y como él es una persona dulce y feliz, que siente la vida sexual entre su esposa y yo como si fuese la suya propia, lo que le da mucha alegría y placer.