¿TE IMPORTA QUE LO SEPAN LOS DEMÁS, O NO?
Una de las cosas más inquietantes tanto para ella como para mí es el peligro de que nuestros familiares o amigos conozcan nuestro secreto. Los dos venimos de familias bastante conservadoras, y estoy seguro de que se sorprenderían y disgustarían. Cada vez que coquetea con un compañero de trabajo, siempre está en el fondo de mi mente el peligro de que alguien se entere. Afortunadamente, toda la familia vive bastante lejos y es muy difícil que se enteren de lo nuestro por los vecinos o gente del barrio.
En una ocasión se dio una situación muy curiosa: Su hermana menor, casada, la sorprendió mientras estaba follando con un negro bien dotado, y cuando terminaron, su hermana le preguntó si podía encontrar una polla así para ella, el negro se hizo también cargo de la hermana menor y nunca más se volvió a mencionar ese suceso por parte de su hermana. Ambas lo consideraron como una simple travesura sin importancia que era mejor conservar en secreto.
Como marido lo que realmente me desagrada del estilo de vida cornudo, es la resistencia inicial y la ignorancia extrema que la mayoría de las personas, especialmente las mujeres, tienen en contra de la idea de hacerlo. Hay muchas mujeres que simplemente no "entienden", aunque creo que “no quieren entender” nada más que sus ignorantes y obsoletos ideales de un "matrimonio perfecto". Realmente la desaprobación de los de afuera no debe importar, pero de hecho importa. La falta de aceptación de nuestro estilo de vida que nos obliga a estar mintiendo es lo que más odio. Me gustaría poder ser más abierto ante los demás.
Esta desaprobación nos lleva a que muchos de los hombres con los que folla mi esposa desconocen que yo lo sé, y algunos tienen una actitud muy petulante a mi alrededor. Me he acostumbrado a eso (se ha follado a un par de amigos, ninguno de los cuales cree que lo hacemos de mutuo acuerdo). Siento como una especie de punzada que no es de celos, sino como una especie de menosprecio o maltrato psicológico por parte de mis amigos.
Cuando ella está lo suficientemente excitada sus ganas pueden triunfar sobre la precaución de que no se entere nadie, al menos hasta cierto punto. Pero, saber que deja a un lado la precaución cuando está muy interesada por un hombre también tiene su parte de emoción. La ambivalencia puede volverme loco. Es uno de esos placeres que solo se da en el mundo de los cuernos.
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