Momentos Íntimos

MOMENTOS INTIMOS

    ¿Cómo son los momentos íntimos entre la esposa y el macho corneador? ¿Se besan apasionadamente? ¿Se acarician? ¿Cómo se siente el marido?

    Cuando muchos maridos empiezan a pensar y desear que su mujer tenga relaciones sexuales con otros hombres, no han considerado otras muchas cosas que casi con toda certeza van a suceder. Un marido aspirante a cornudo sabe que encontrará emocionante ver como otro hombre folla a su mujer, pero no se da cuenta de que hay otras muchas cosas que pueden ser muy excitantes para ella y para él.

    Casi todas las esposas, por no decir todas, más pronto o más tarde admiten que besar a otro hombre es más emocionante que besarse con su marido, así como el sexo con otro hombre es más emocionante que con el hombre con el que se casó y ha vivido durante años.

     Al principio, eso causa algunos celos e inseguridades que el marido no habría admitido si lo hubiese sabido con anterioridad. Pero a pesar de todo, esos sentimientos en realidad aumentan su excitación. En la mayoría de los casos esos sentimientos de celos desaparecen más o menos pronto, pero la excitación no. Esto es algo obvio, pues si no fuera más emocionante y más placentero para los dos miembros de la pareja, tener sexo con otra persona, no tendría sentido hacerlo en absoluto.

    Al principio es normal que las parejas establezcan unas “reglas”: no besos tiernos, no caricias, etc. pero siempre son reglas unilaterales, en el sentido de que es el marido el que las impone. Lógicamente suele haber problemas porque esas reglas artificiales casi siempre se rompen y eso hace que uno, o los dos, no se sientan bien con esa situación.

    Cuando se empieza, el marido se suele sentir muy incómodo, y hasta cierto punto celoso, cada vez que su mujer hace algo con otro chico que él considera "íntimo".

    Recuerdo perfectamente una ocasión al poco tiempo de empezar. Ella había follado cuatro veces con otro. Se besó con él todas las veces, pero el que recuerdo y que me causó más problemas emocionales no fue un beso "apasionado", sino un beso más bien suave y tierno. Fue un beso diferente, desde mi punto de vista. Estábamos ella y yo follando e intenté besarla de esa manera y ella me dijo que no la besara así... ¡Eso fue duro, muy duro!

    Poco a poco los maridos descubren de que cosas como besar son "parte del programa" de una esposa caliente, y aprenden a disfrutarlo.

    De vez en cuando, se siente un poco de incomodidad por la situación, especialmente si la esposa parece estar “demasiado” metida en ello. Sin embargo, para la casi totalidad de los maridos que llevan un poco de tiempo, es bastante erótico, casi intensamente erótico, ver a la esposa besándose con un extraño.

    Realmente muchos maridos encuentran los momentos íntimos entre la esposa y otro hombre tan emocionantes, si no más emocionantes, que verlos follar. Normalmente no se sabe explicar por qué, pero es esa intimidad y su exhibición, ya sea casual o apasionada, lo que de verdad impresiona. Tal vez sea porque es algo que debería estar reservado para el marido, o tal vez por lo que dice sobre su relación. Realmente no he escuchado una explicación coherente… pero sé que a casi todos los cornudos nos encanta presenciar esos momentos.

    En las parejas cornudas la esposa y sus amantes se besan apasionadamente, antes de follar, mientras están follando y cuando ya han terminado, y casi siempre con mucha pasión

    Personalmente puedo decir que mi esposa casi siempre besa a su novio cuando están follando. Besar es una parte muy importante del sexo para ella y afirma tener mini orgasmos cuando la besan apasionadamente, incluso cuando no tiene relaciones sexuales.

    Muchas esposas tienen relaciones con otros hombres porque necesitan sentirse deseadas y amadas. De ahí vienen los coqueteos y los flirteos que en el fondo son el intento de sentir una atracción llena de pasión.

    Besar, bailar y abrazar es lo que esperamos de una mujer coqueta. Todo esto es parte del paquete de los cuernos.

    Además, todos los maridos cornudos, queremos que nuestra esposa disfrute lo más posible. Si a ello contribuyen los besos y abrazos, ¿por qué no alegrarnos y disfrutar con ella de algo que los dos queremos?