LOS MALOS MOMENTOS YA PASARON
Sin lugar a dudas el peor enemigo del mundo cornudo son los celos. Es como un gran monstruo que está siempre acechando, sobre todo al principio. Con el tiempo se va alejando y llega casi a desaparecer, aunque yo creo que su sombra no se diluye del todo.
Cuando nos empieza a rondar la idea de ver a nuestra mujercita con otro todo es muy atractivo y muy excitante. El problema surge cuando la vemos en brazos de otro por primera vez. Normalmente aparecen los celos con una gran fuerza y con una gran intensidad.
Mi mujer y yo entramos en el mundo de los cuernos cuando éramos muy jóvenes, teníamos 22 años y éramos novios, pero al principio no podía evitar sentirme inmensamente celoso cuando veía a mi novia rebotando su culo tan fuerte y rápido como le era posible, y ver meter la polla dura de otro hombre en su coño con tanta pasión. Pero no quise renunciar este estilo de vida a pesar de los celos. Era mayor, mucho mayor, el placer que sentía.
Mis celos iniciales casi han desaparecido. Al principio, cuando la ira de los celos era realmente fuerte, recordaba lo que ella me decía: "Piensa en ti y piensa en mí" y pronto se redujo mi dolor. El tiempo y la repetición, junto con su persistente preocupación por mí, han borrado casi todos los restos de celos. Ahora disfruto de nuestro estilo de vida sin remordimientos ni preocupaciones, a excepción de algunos fugaces momentos:
Un beso largo y apasionado me inquieta. Esto es exactamente lo que más me disgusta. El sexo no me afecta, pero la intimidad de besarse con la boca abierta y meterse las lenguas me afecta. Mi esposa se ha dado cuenta de esto y me mira a los ojos mientras le besa apasionadamente. Estoy preparado para compartir su cuerpo, pero no su corazón.
Otro momento que no me gusta nada es cuando él termina de joderla al estilo misionero y se queda encima de ella mirando su cara y diciéndolo cosas dulces y dándole besitos. Siento que en ese momento él me está quitando a mi esposa. Esa emoción es breve, pero duele. Son los momentos tiernos los que más me afectan. Espero con ansia todo lo demás.
Otra cosa que odio es cuando se va a ir a un fin de semana y me hace prepararle su bolsa de viaje y me dice que solo meta la ropa interior porque no tiene intención de levantarse de la cama durante todo ese tiempo, y si va a la playa irá desnuda. Me pone un poco celoso y no sé por qué.
Una preocupación añadida es que los conocidos y familiares descubran nuestro estilo de vida. Tomamos nuestras precauciones, pero siempre es algo que tengo presente.
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