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¿Estás viendo a tu esposa y a su amante negro? Si, ¿verdad? Bueno, ¿cómo te sientes al verla totalmente entregada a él? ¿Cómo te sientes al verla besarse, al ver sus manos apretando sus nalgas contra ella, al verla totalmente abierta de piernas para que la entre bien la gran polla de ese hombre? ¿Cómo te sientes al ver a este hombre apoderarse de su suave y cálido cuerpo y hacer todo lo que quiera con ella y que contigo no hace? ¿Cómo te sientes al escucharla rogar que le meta más y más dentro su polla, y que la apriete más y más? ¿Te sientes humillado? ¿Te dan ganas de llorar? ¿O por el contrario te sientes contento y feliz por ti y por tu esposa? ¿Se te pone la polla dura en esos momentos? Si te gusta ser un cornudo, respondas lo que respondas, considérate afortunado.
¡Mira cariño, su polla es enorme! ¡Esta polla la tenemos que saborear bien! Me voy a sentar en ella y así veo cuanto me puedo meter en mi coño sin hacerme daño. Me imagino que cuanto más me meta más gusto me dará. Creo que me voy a correr como nunca.
Tú sigue haciéndote una paja, pero no te corras. Recuerda las reglas de la casa, los invitados siempre se corren primero. Además, quiero que empieces a lamer todo mi coño después de que nuestro amigo se haya corrido y la saque. Sabes que me encanta cuando haces eso.
Cuando vamos a la playa mi mujer tiene su manera de ligar, de decir que está excitada y que busca un macho que la calme. Sus pezones se ponen erguidos y para ayudar a que se pongan más ella se los toca y se los acaricia. Con las tetas y los pezones así, además de la minibragita del tanga que usa, no tarda mucho en obtener respuesta a su llamada. Incluso estando yo cerca de ella se han acercado chicos que parece que huelen nuestra afición. ¡Cómo nos gustan a los dos estos momentos! A los dos nos excita mucho ver como a los chicos se les pone la polla tiesa.
Estamos en un club y mi esposa se pone a bailar con un chico. Enseguida veo como le mete la mano en sus pantalones y comienza a tocarla. ¡Coño! ¡Qué pronto y qué bien empieza! pensé. Su coño se tuvo que empezar a mojarse enseguida ya que comenzó a menearse y retorcerse como cuando yo le ando por ahí. Ella me miró, se sonrojó un poco y dejó que él siguiera tocando su coño. Después de unos minutos, casi pierde el equilibrio, probablemente por el orgasmo que tuvo. El chico sacó su dedo mojado y se lo ofreció a mi esposa, que lo tomó con su boca y lo chupó lentamente. ¡Pude ver a través de sus pantalones como la polla del chico apreciaba sus talentos orales!
La agarró de la mano y se metieron en una de las habitaciones traseras, para hacer cosas. Tardaron más de una hora en salir. Yo lo único que había hecho había sido mirar y luego imaginar, pero la corrida fue tan intensa y copiosa que manché mis pantalones.
¡Cuánto me gusta ver zorrear a mi esposa en los clubs!
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