IMÁGENES
Hoy he estado hablando con mi madre y le he explicado quién es el padre de nuestro bebé y como es nuestra relación con él. Ni se sorprendió ni se enfadó, con “alegría” me preguntó qué tal era de grande la polla de mi amigo y que si me daba más placer que la tuya. Ella me contó que yo tampoco soy la hija de mi “padre”, sino la hija del macho con el que follaba. Por supuesto con la complicidad de “mi padre”. Con una sonrisa y con mucha gracia me besó y me dijo ¡Qué bien sigues la tradición de la familia!
Cuando tenía la polla con el máximo de dureza que podía tener, mi amante dijo: Ponte apoyada sobre las manos y las rodillas para que pueda follarte tu coño de puta blanca. Me puse en la cama para que me follase a estilo perrito. Apenas colocó su polla en la entrada de mi coño todo empapado de baba, apretó de repente con todas sus ganas y me la metió entera hasta el fondo. Me di cuenta de que había pasado un tiempo desde que había follado a una mujer blanca, me estaba follando con unas ganas y una energía como si fuese 10 años más joven que yo. Me sentí como una puta. Mi esposo estaba de pie junto a la cama, acariciando su polla y mirando con las ganas con las que me follaba.
En el club mi esposa me hizo una señal para que me acercase. Al llegar junto a ella me dijo: Tengo ganas de joder con un chico que he conocido esta noche. Espero que te parezca bien. Hoy necesito una gran polla para variar. ¡Qué gran idea tuviste para que fingiese que soy una chica que viene sola al club!
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