No somos lo que parecemos
Las parejas cornudas no llevamos un cartel pregonando nuestra forma de
entender el matrimonio, ni tampoco vamos haciendo alardes de nuestras aficiones
y preferencias sexuales.
Somos
personas de los que la gente nunca pensaría que la esposa se acuesta con otros
hombres con el consentimiento de su marido, ni que éste disfruta de tener unos
buenos cuernos.
Nosotros escondemos nuestros gustos bajo una capa de inocencia y normalidad. Vamos con los amigos y familiares el domingo, y mi mujer todavía tiene en su coño restos de la leche que le echó su amante el sábado por la noche.
Participamos y sonreímos inocentemente en la reunión de padres del colegio a
sabiendas que al terminar yo me iré a casa a cuidar de los niños y ella irá a
encontrarse con su amante.
A los
ojos de los demás yo soy un padre y un marido modelo y mi mujer es la es la
madre amorosa y esposa fiel. Solamente los dos sabemos la verdad: ella es mi caliente
esposa y yo su cornudo marido.
Las parejas
cornudas en aumento
El estilo de vida cornudo evoca las historias de algunos novelistas de finales del siglo XIX y principios del XX, en las que se narra que las mujeres más jóvenes tienen relaciones sexuales con hombres también jóvenes casi delante de sus viejos maridos, que ya casi no las satisfacen en la cama.
En estas historias, la esposa queda impune pues ella solo le gasta una broma a su esposo, a quien ella, el lector y el narrador, se ríen de él.
En la actualidad las parejas con un estilo de vida cornudo no se parecen a las anteriores pues los maridos no son engañados por sus esposas. Los hombres en el "estilo de vida cornudo" están completamente al tanto. De hecho, diseñan activamente sus propios cuernos, porque se excitan al escuchar o presenciar de primera mano la infidelidad de sus mujeres. En esta práctica el marido acepta estar casado con una mujer a la que incita a traición tras traición porque le gusta.
Y parece que no hay escasez de estos hombres
cornudos, o de los hombres que fantasean con hacer lo que hacen estos
cornudos. El término “cornudo” es el segundo término más buscado en la
pornografía heterosexual en los motores de búsqueda en inglés. y el
investigador Justin Lehmiller encontró en una encuesta de 4.000 hombres que el
58% de ellos tenía fantasías sobre compartir a su pareja con otros hombres o
ser "engañados". A algunos maridos les gusta estar presentes en
el acto, incluso participar en él, mientras que a otros simplemente les gusta
ayudar a prepararlo y escucharlo después.
Los datos de los sitios pornográficos
también muestran que los cuernos son una fantasía popular. Un informe de Pornhub encontró que 1,75 millones de
personas buscaron alguna variación de "cornudo" cada mes. Es uno de
los 100 términos de búsqueda principales del sitio.
¿Y a qué es debido este aumento? Pues a
que estamos saliendo del armario muchísimos de los que lo deseábamos y hasta
ahora no nos habíamos atrevido a decirlo por temor a la burla y el rechazo
social, y esto ha ocurrido tanto con los hombres como con las mujeres.
La proliferación de internet ha
facilitado el conocer que nuestra “afición” no es tan rara como nosotros
creíamos, que no somos unos bichos raros, ni enfermos, que somos personas que
tenemos unos determinados gustos y que no engañamos ni hacemos daño a nadie.
Y junto a esta facilidad de conocer y
contactar con otras personas, están los cambios sociales que permiten que cada
vez se haga con más facilidad y más libremente: aparición de clubs swinger y de
intercambio de parejas, mayor movilidad y posibilidad de desplazamiento, etc.
En resumen: ¡Qué cada vez somos más las
parejas que disfrutamos con los cuernos!
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