Esperándola
Mi esposa sale esta noche con su amante. Esta noche, como
siempre, la he ayudado a hacer su neceser, afeitarle el coño y las piernas y
aplicar un falso bronceado para tapar las marcas del bikini.
La he dejado lista para esta noche. A los dos nos parece una
experiencia increíble afeitarla y preparar todas sus cosas, y como casi siempre
me deja que la joda.
Ella, como casi siempre, no tiene ningún orgasmo pues quiere reservarse
para su amante. Antes de irse me pregunta si he puesto lubricante anal, ya que
a él le encanta metérsela por el culo y ella se vuelve loca y pierde el control
de su cuerpo y mente cuando tiene una polla por ahí.
Y como casi
siempre, cuando sale de casa me hace algún gesto recordándome a donde va y lo
que va a hacer. ¡Cómo si se me fuera a olvidar!
Cuando empezamos nuestra vida como pareja
cornuda, esta situación me ponía demasiado nervioso y molesto y no disfrutaba completamente.
Luego pasé por un período en el que me masturbaba la mayor
parte del tiempo; al principio no mucho cuando ella salía para una cita;
después de algún tiempo me tumbaba en la cama imaginando todas las cosas que
ella podía estar haciendo con él y me masturbaba casi hasta la extenuación.
Actualmente he descubierto que es mejor que no me masturbe mientras ella no
está. Sin embargo, todavía me gusta imaginar lo que está haciendo. A algunos les puede
parecer una tortura, pero me gusta aumentar la angustia, crear la constante
necesidad de tenerla cuando llega a casa, porque ese es uno de los mejores
actos sexuales que hemos tenido a lo largo de nuestro matrimonio.
La excepción es cuando está fuera de la
ciudad con su amante, de unos días a una semana. De ninguna manera puedo
apartar las manos de mí todo ese tiempo mientras pienso en ellos juntos. Siempre
su amante la toma fotos desnuda y me las manda.
Siempre
termino masturbándome pensando en que se las tomó cuando ella estaba entre sus
manos y posó probablemente justo antes de follar. En alguna de las fotos la veo
con esa mirada con la que dice "ven y fóllame". Mirada que me pone a
tope cada vez que la veo.
Actualmente, y cuando solo sale por una
noche, disfruto imaginando lo bien que lo está pasando, las sonrisas que le echa
al chico nuevo que le gusta, lo bien que ella debe sentirse teniendo su cuerpo
desnudo sobre ella, cómo se entrega a él cuando le mete la polla.
Sé
lo bueno que es para ella porque ella siempre me lo dice y me lo muestra
después. Y necesito estar preparado para eso, para tener el mejor sexo que haya
tenido cuando vuelva a casa conmigo. Así que reservarme para eso es más fácil ahora.
Me cuesta algo de esfuerzo, pero más fácil.
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