PREPARARSE, PREPARARSE Y PREPARARSE.

 Prepararse, Prepararse y Prepararse.

          Consejos de una esposa para disfrutar ella y su marido antes de encontrarse con otro hombre.

Si has estado haciendo esto tanto como yo, entonces ya sabes que salir con otros hombres tiene sus recompensas. Pero he aprendido que la preparación antes de la fecha es la mitad de la diversión para mí y para mi esposo.

          Ya he dicho en otras ocasiones que siempre jugueteamos mutuamente durante la semana, y que no tenemos relaciones sexuales durante dos o tres días antes de ver a alguien. De esa manera estoy segura de estar cachonda y disfruto más del sexo.

 

          Una cosa de la que ambos disfrutamos es vestirme para la cita. Por lo general me pruebo un montón de trajes diferentes. Me gusta detenerme en cada uno asegurándome de mirarme en el espejo y ver cómo me veo mientras mi esposo mira. Todo esto le vuelve loco en el buen sentido.

          Me aseguro de que él sepa que quiero presentarme perfecta para el hombre con el que voy a tener relaciones sexuales (¡en realidad lo hago!).

          Si el chico viene a nuestra casa, a veces me vestiré con ropa interior y otras me cubriré con una envoltura o una bata transparente antes de que llegue.

 

          Si me quiero divertir más, entonces voy a comprar lencería con anticipación con mi marido. Elijo lo que quiero usar y lógicamente él lo paga, pero le recuerdo que está comprándome ropa interior muy sexy pero que será otro hombre el que obtenga el beneficio. Mi marido disfruta un montón con todo esto, para él supone una gran excitación.

 

          Ponerme la lencería antes de una cita con mi esposo mirando y sabiendo que planeo quitármela pronto para otro hombre, es probablemente una de las cosas más tentadoras y excitante que hacemos como pareja en un momento en que no vamos a tener relaciones sexuales juntos.

          Una vez que he escogido mi atuendo (y deliberadamente he cambiado de opinión una docena de veces) termino de vestirme lentamente, asegurándome de que todo quede a la perfección.

 

          De vez en cuando, hago que mi esposo me toque o me lama brevemente antes de vestirme, pero solo lo suficiente para darle una idea de lo que está regalando. Nunca dejo que me haga correrme y nunca dejo que se masturbe. Se trata de esperar. Estoy esperando así que él está esperando.

          No esperes antes de tu cita. Utilízalo Juega con ello. ¡Si no estás jugando con la espera, te estás perdiendo la mitad de la diversión!