MIRAME CARIÑO

 

MIRAME CARIÑO

 

       Supongo que la mayoría de nosotros nos gusta que nos miren. Vivimos para nuestra apariencia Algunos de nosotros vivimos de nuestra apariencia. Pasamos una hora al día con el cabello, el maquillaje, las uñas, el afeitado, el depilado, la depilación con cera y todas las otras cosas que nos hacen agradables. Así que debemos disfrutarlo, ¿verdad? ¿Eso lleva al dormitorio?

 

       Para mí sí, lo hace. Me encanta que me vigilen. He tenido relaciones sexuales en algunas circunstancias en las que otros me han observado y me ha encantado.

       A veces, cuando me masturbo, fantaseo con que la gente me vea, me vea desnuda y follando. Nunca los conozco. Siempre son extraños sin rostro, hombres y mujeres, merodeando fuera de la vista. Ellos flotan en las sombras. Estoy de espaldas, en la posición del misionero en una mesa, no en una cama. Es como una exhibición de sexo. Todos miran atentamente mientras otro semental sin rostro me folla. 

 

       Los veo mirándome, mientras miro más allá de mis piernas extendidas. Mis pies se balancean hacia arriba y hacia abajo con cada uno de sus empujes, pero mis ojos están abiertos y están todos mirándome. El hombre encima de mí es sólo incidental. Su pene no es ni grande ni pequeño. La mujer es buena pero no genial.
         El placer no es genital. Es todo lo que veo en mí. Es la multitud de extraños obsesionados con ver a la mujer abiertamente follando frente a ellos. Me encanta saber que me ven bien abierta de piernas y exponiendo el coño, sin nada oculto. Todos ven mi raja húmeda y tal vez incluso la abertura oscura antes de que su polla la vuelva a llenar y a abrir. Ven mis piernas levantadas y anchas, mis pechos oscilan de un lado a otro a su ritmo, mi boca abierta jadea por más aire y gime de placer. Me encanta que todos me estén viendo en mi momento más íntimo. Nada se les oculta. No hay manera de que esconda nada.

 

         Mi orgasmo siempre es intenso cuando imagino esa escena. Quizás por eso me encanta cuando mi esposo me mira. Físicamente me ha visto todo, por supuesto. Pero todos los hombres con los que estoy traen algo nuevo a mi cama, y ​​la mayoría de los hombres sacan algo nuevo en mí. Cada experiencia es diferente. Me gusta que mi marido sea parte de eso a veces. Es una forma en la que puedo compartir con él parte del placer que obtengo al ser su mujer y ser capaz de joder. 

 

       Algunos hombres con los que he estado lo han dejado ver. Un chico que solía ver regularmente tenía gran interés por ser vigilado, como yo. Le gustaba tener a mi marido allí. Creo que eso lo motivó a poner todo su interés y follarme mejor (para mi gusto). Probablemente era un exhibicionista como yo. 

 

         Eso me tiene pensando. Creo que encontraré a otro tipo al que le guste follarme delante de mi esposo. He estado necesitando eso.