CONFESIONES DE CORNUDOS
¿Hubo
algún evento que te hizo un cornudo? ¿Cómo comenzaste a serlo? ¿Cuándo te diste
cuenta y lo deseaste?
Me pregunto si los
cornudos pueden señalar cualquier cosa que les haya sucedido realmente (no solo
en la mente) que los hizo ser lo que son hoy en día. ¿Mamá tenía novios
mientras papá estaba fuera? ¿Novia engañada? ¿Un amigo te dijo lo caliente que
es tu esposa? ¿Qué influyó o que te empujó a ser un cornudo?
Estos son los testimonios que me han contado algunos cornudos amigos y algún otro tomado de algún blog que me ha parecido interesante.
Mi mejor amigo en ese momento no ocultaba que deseaba acostarse
con mi joven esposa. Con el tiempo lo discutimos con más detalle y me gustó la
idea. Siempre me gustaron los hombres que la miraban, ¿era esto muy diferente?
sí lo era, pero nuestras charlas a menudo diarias sobre ello me llevaron a
preguntarle mientras hacíamos el acto sexual que le parecía la idea. Opuso algo
de resistencia, pero no mucha. Insistí y por fin accedió.
Una noche
después de cenar los tres en casa, vi como seducía a mi esposa sentada a mi
lado, viendo con la luz de la televisión cómo él acariciaba su pierna y luego
movía su mano más arriba. Le vi montar a mi esposa esa noche y dejarla llena de
su leche. Ella solo dijo al día siguiente "eso es lo que querías ver
¿no?" Continué presionando más y pude verlos nuevamente y luego le
permití que viniera mientras yo estaba fuera. Más de 12 meses después
descubrí que la había estado follando mucho antes de que ella había aceptado joder
con él, así que me sentí muy traicionado, pero como la alenté a hacerlo me fue
difícil exagerar la situación. Sin embargo, esto es como un medicamento y una
vez que lo probé, quise tenerlo de nuevo.
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Analizando mis
pensamientos siempre he sido así con ella desde que tenía 16 años. Me gustaban
los hombres que la miraban como a los 20 años. Me sentía lo suficientemente
seguro como para permitir que los hombres la follaran y esto ha continuado
hasta ahora, ella tiene 40 años. Ahora sé que he tenido suerte pues este es un
juego arriesgado.
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Comencé en la escuela secundaria cuando
estaba saliendo con mi futura esposa. Éramos un grupo cercano de amigos. Mi
futura esposa se convirtió en parte del grupo y amiga de mis amigos. Muchos
fines de semana ella jugueteaba con ellos besándose y dejándose tocar. Yo
miraba con una gran excitación. En aquel momento no sabía qué eran los cuernos,
pero disfrutaba muchísimo.
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Creo que siempre me han fascinado la
idea de una esposa follada por otros tipos diferentes de su marido. Debe haber comenzado cuando tenía 16 o 17
años, y estábamos de vacaciones en Grecia. Un día me sentí mareado y un poco
enfermo, y mis padres llamaron a un médico. No fue nada serio. Había cogido
mucho sol y tenía que quedarme en la cama todo el día. Papá fue al museo en
Atenas, y mamá fue a la piscina (o al menos eso pensé). Un par de horas más
tarde escuché a mi madre en la habitación contigua, primero riendo en una
extraña voz ronca y hablando con un chico con una voz mucho más profunda que la
de mi padre. Al principio no presté mucha atención ya que estaba somnoliento,
pero eso cambió cuando mi madre comenzó a gemir. Me apresuré a llegar al
balcón, y pude echar un vistazo a la habitación contigua porque las cortinas no
estaban completamente cerradas, y la puerta corredera estaba entreabierta. En mitad de la oscuridad de la habitación
pude ver a mi madre desnuda de espaldas en la cama con un tipo que golpeaba
furiosamente su coño. ¡Después de un minuto más o menos (¡mientras mi pobre y
joven polla explotaba en mis pantalones!) me di cuenta con sorpresa de que mi
madre estaba follando con el médico! Desde entonces me excitó mucho la
idea de la mujer que engaña a su marido. Y cuando escuché a mi joven esposa que
su jefe la había hecho insinuaciones, la alenté a salir con él. Al principio,
ella simplemente se negó ("¿ya no me quieres, o qué?"). Pero el jefe
no se rindió. Le tomó un año más o menos. No dejaba de decirle que era hermosa,
que no conocía a otra mujer como ella, etc. Finalmente, hubo un fin de semana
de trabajo en equipo y ella se rindió después de la fiesta final. Le valió un
aumento considerable y, después de un par de meses, un lujoso automóvil de la
compañía.
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Mi esposa y yo hemos estado en este estilo
de vida durante años, pero ha evolucionado desde el intercambio, los tríos y,
ocasionalmente, conexiones uno a uno de cada uno de nosotros con otras
personas, ¡hasta donde estamos ahora! Actualmente, ella puede dormir con quien
desee, mientras que se espera que yo siga siendo fiel y comprensivo. Mientras
nos movíamos hacia el mundo cornudo pregunté a otras personas ¿cómo sabes
cuándo te has convertido en un verdadero cornudo? Recibí varias respuestas,
pero fue una amiga que sabía nuestros movimientos y había participado en alguna
de nuestras actividades la que me hizo ver las cosas de manera diferente. Su
respuesta fue "¡Cariño, eres un cornudo la primera vez que tu esposa tuvo
sexo con otro hombre en tu matrimonio!" Luego procedió a enumerar las
cosas que hizo mi esposa esa primera noche:
Uno. - Fue la noche en que estuvimos en
una discoteca donde ella bailó, flirteó y prestó toda su atención a su amigo.
Dos.
- Cuando era hora de irse, te dijo que le contases a su amigo que podía pasar
la noche con ella, mientras ella estaba en el aseo arreglándose. ¡Te hizo
decírselo en un lugar público!
Tres. - Una vez en casa, ella le tomó
la mano y lo llevó a vuestra cama matrimonial, mientras a ti te dejó atrás en
el salón.
Cuatro.
- Cuando entraste en el dormitorio la encontraste desnuda, goteando y lista
para él. En tus propias palabras, estaba más húmeda. ¡de lo que nunca antes la
habías visto!
Cinco.
- Ella te susurró que podías ver, siempre y cuando no intervinieras. ¡Ella quería que presenciaras tus cuernos,
pero no para interferir o distraerla!
Seis. - ¡Luego pasó la mayor parte de
las siguientes dos horas follando apasionadamente y chupándole la polla en tu
propia cama! Te ignoró totalmente mientras se rendía completamente a él,
¡sabiendo que lo estabas viendo todo! ¡Ella te engañó duramente!
Nuestra amiga tenía toda la razón, pero
no fue hasta ese momento en el que realmente me sentí más como un cornudo, y
menos como un esposo que comparte a su esposa. Fue una especie de shock y
revelación, pero también me sentí bien, ¡y desde entonces he pensado en mí como
su cornudo!
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Esto es algo que he querido dejar escrito en
papel durante mucho tiempo, es algo en lo que he reflexionado durante bastante
tiempo tratando de entender cómo terminé aquí.
Tengo un par de situaciones que estoy
seguro que me iniciaron en el camino cornudo de mi juventud. Primero fue en mi
adolescencia, cuando yo era todavía virgen. Yo era un adolescente más pequeño
que mis compañeros, con aspecto de niño y que aún no había empezado a afeitarme,
tenía una piel muy lisa y tenía bonitos rasgos andróginos. Ya me estaba
afeitando mi polla y mis bolas y me inclinaba a ser una marica bi pues nunca
había recibido ninguna muestra de interés por parte de las chicas debido a mi
aspecto y menor estatura. Yo ya sabía
que era bi en ese momento y aunque deseaba muchísimo comenzar a jugar con tetas
y coños, me conformé con la diversión oral y masturbación de un chico mayor
porque realmente necesitaba correrme con otra persona diferente de mi propia
mano, que es todo lo que había conocido hasta entonces.
En lo que respecta a mi iniciación de cornudo, el
primer momento real fue con un par de compañeros del equipo de fútbol cuando
salíamos con una amiga. Ella tenía 20 años con un lugar propio donde follaba
con los chicos. Una tarde estábamos en su casa viendo la televisión y bebiendo
cervezas, etc. y uno de mis compañeros se va con ella a una habitación. Durante
los siguientes 15 minutos todo lo que podemos escuchar es el chirrido de la cama,
que para mí fue increíble. Yo aún era virgen y estaba desesperado por dejar de
serlo y pensé que este podría ser el día. Cuando terminaron, salió de la
habitación y guiñó un ojo al otro chico que también estaba entusiasmado.
Entonces, mientras entra me hace un guiño. Están 10 minutos con la cama
chirriando y sale y me hace un gesto para que vaya allí. Así que me levanto
fingiendo haber follado antes, pero en realidad estaba tan nervioso que mi
corazón se aceleraba y estaba preocupado de que mi polla explotara si la
tocaba. Lo que me excitaba no era follarla, sino haber estado escuchando y
sabiendo que follaba.
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